CiU

Treinta monedas de oro por Toni Bolaño

La Razón
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El abandono del PSC por Ernest Maragall era la crónica de una traición anunciada. Llevaba tiempo cuajándose aunque el protagonista la negaba. También la negó, y en varias ocasiones, cuando LA RAZÓN publicó, hace meses, su estrategia de ruptura. Ahora sin acta de diputado que llevarse a la boca y sin poder en el aparato del partido, anuncia su marcha. Dice que se va porque quiere construir un partido soberanista y de izquierdas. Su marcha le hace un favor al PSC porque ahora le reconocen no soberanista. Su líder, Pere Navarro, lleva meses desgañitándose afirmando que el socialismo catalán no es independentista, que es federalista. Ahora Ernest Maragall, de un plumazo, le ha dado carta de autenticidad.
Maragall ha dejado el partido cuando ha sido una evidencia que no continuaría en su escaño. Que no iría en las listas socialistas. Ahora, con el apoyo de la brunete mediática nacionalista, ha anunciado la creación de un nuevo partido y se ha presentado como víctima del aparato socialista, cuándo él ha sido aparato toda su vida. Dice que será de izquierdas. Será, quizás, a partir de ahora porque este Maragall «de izquierdas» hizo una ley –en la que impuso la disciplina a los diputados discrepantes– que subvenciona colegios de élite –cómo si los padres no pudieran pagarla con holgura– y que subvenciona con dinero de todos las escuelas que segregan por sexo. Esta es, sin duda, una opción ideológica. Pero, también sin duda, no es de izquierdas. Ernest Maragall rompe con su partido de toda la vida un mes antes de las elecciones. No se presentará el 25-N. Ahora sólo le interesa hacer daño. No será su último acto. Como hizo su hermano Pasqual hace dos años, hará público que votará CiU. Le pagarán con unas especiales 30 monedas de oro. En el anverso estará Artur Mas. En el reverso, la estelada. Es un sino. Los díscolos siempre acaban en la Casa Gran de CiU. Joan Carretero, el hombre que dinamitó ERC, anunció su voto a Covergència la pasada semana. Hace un año dijo que «los independentistas que votan CiU eran idiotas», ¡mira por dónde! Àngel Colom y Pilar Rahola rompieron ERC–sin renunciar al escaño ni al acta de concejal– y fundaron el Partit de la Independència. Ahora Colom comparte ejecutiva con Mas y Rahola se ha erigido en su musa. Cuando está en público le llama «Artur».