La «fiesta privada» de Casillas

Madrid- La celebración en Cibeles, además de ser una fiesta para todo el madridismo, fue una fiesta para el capitán del Real Madrid, Iker Casillas. Llegó ovacionado, como todos sus compañeros, pero el portero tenía un mensaje que transmitir a los miles de aficionados que abarrotaban la céntrica plaza madrileña.

Nada más subir a la pasarela que rodeaba el monumento, se descolgó de sus compañeros, ya que tenía algo que decir y prometer a los aficionados madridistas. Con las dos manos extendidas en alto, dijo: «El año que viene, la ‘‘Décima''». Ésa es la promesa del capitán para la próxima temporada. Y no lo dijo una ni dos veces, no. Quería decírselo a todos los aficionados que estaban en Cibeles. A pesar de que compañeros como José Callejón y Arbeloa intentaban que se uniera a la fiesta conjunta, Casillas se descolgó de ellos y comenzó a dar una vuelta al monumento saludando y prometiendo a todos los aficionados que la temporada que viene conseguirán la ansiada décima Copa de Europa. Nadie lograba sacarle de su insistencia en transmitir el mensaje. El resto de jugadores le perseguía, seguía su estela. Finalmente, Casillas, como colofón a su «fiesta particular», coronó a la diosa con la una bufanda del Real Madrid. El capitán tiene una idea en mente: volver el año que viene con la «Décima».