OPINIÓN: Un pedazo de artista

N os conocimos en el Barrio del Pilar de Madrid cuando éramos jóvenes. Allí comenzamos nuestra amistad, que perduró para siempre. De hecho, Morente y yo hablamos pocos días antes de que lo operaran porque yo iba a incluir en un disco una letra suya. Le pregunté cómo estaba y me confesó: «Me encuentro regularcillo, no muy bien». Al día siguiente lo ingresaron. A partir de ese momento, Estrella nos informó de todo, de cómo evolucionaba. Ella creía que se iba a salvar. Tenía una fe tremenda.
En el mundo del flamenco, Enrique Morente fue un innovador nato. Por eso siempre hemos encajado tan bien. Además, era una persona magnífica, y un pedazo de artista. Se me ha ido un gran amigo.