Cataluña
Cataluña no es un problema: por Jesús Fonseca
Pues ya lo siento, llevar la contraria a quienes no cavilan como este gacetillero, pero como lo pienso lo digo: Cataluña no es un problema. El que mejor lo ha visto ha sido el Príncipe de Asturias, con su buen discurrir y capacidad unitaria, al señalar que confía más «en la Cataluña real que en la espuma que estamos viendo con lo que hacen unos y otros». Sí, pura escupitina. Políticos, empresarios y prelados, pero también la gente corriente y moliente, tenemos que hacer un esfuerzo para rebajar la tensión y no convertir esto en una competición de esputos y salivazos. Dejemos las piruetas para el circo. Lo que está ocurriendo en Cataluña se puede y se debe resolver, si todos ponemos una miqueta de nuestra parte y lo afrontamos con ánimo conciliador. ¡Con lo extraordinaria que es Cataluña y lo bien que nos tratan y nos sentimos allí la inmensa mayoría de los españoles! A ver, que el problema no es Cataluña. Y mucho menos los catalanes. El embolado es la insensatez y el cinismo de algunos para romper la integridad territorial de España. Algo que, de producirse, tendría un costo tan alto para infinidad de catalanes que, para ese viaje, no se precisan alforjas. Lo intuyen hasta los nacionalistas, que son mas listos que los conejos. Que no se nos caliente la sangre, por favor, aunque cueste a veces. Confíemos en esa Cataluña que no se chupa el dedo. Somos legión los que estamos por la concordia. Los que compartimos el buen sentido y el buen humor de Pla, cuando advertía: «El catalanismo no debería prescindir de España porque los catalanes fabrican muchos calzoncillos, pero no tienen tantos culos».
✕
Accede a tu cuenta para comentar