Xabi ha crecido

Al donostiarra, a su llegada, se le rebajó la excelencia. Hubo un tiempo en que se pensó que iba a ejercer el papel que en el Barcelona protagoniza Xavi y en la comparación no salía favorecido. No había tal. Son dos futbolistas muy diferentes. La aportación que ambos hacen al juego de sus compañeros es muy importante, aunque discurra por caminos futbolísticos distintos. Xavi maneja el balón más en corto. Xabi busca aprovechar las condiciones de algunos de sus compañeros, la rapidez de sus carreras, con largos pases a las espaldas de los defensores contrarios lo que produce grandes réditos a la contabilidad goleadora del juego madridista.

Xabi Alonso puede recordar a su padre en la dedicación, el esfuerzo y la capacidad para recuperar balones. Añade además a las condiciones del inolvidable Perico, un mejor toque de balón y mayor visión para la proyección del fútbol de ataque.

Xabi no es sólo un correcaminos, ni un todoterreno. Es jugador con presencia permanente dentro del equipo. Incluso físicamente aporta fortaleza al conjunto. No es la aduana que Xavi representa, aunque también es el eje del centro del campo madridista. Entre el Alonso que perdió algo de protagonismo en la Eurocopa de Austria y Suiza por las actuaciones de Marcos Senna y el actual hay gran diferencia. Ha progresado considerablemente. Es faro adecuado para guiar al transatlántico madridista.

Posdata. José Mourinho ningunea a Esteban Granero y con él a la cantera.