José Manuel Lorca Planes
Casi 700000 murcianos arropan la vuelta de «La Morenica» al monte
El alcalde Cámara pidió a la Madre de Murcia esperanza, amparo y fortaleza para afrontar la situación actual de crisis.
A las 7 de la mañana de ayer, cuando los rayos de sol comenzaban a hacer acto de presencia zen Murcia, se iniciaba la misa en honor a la Virgen de la Fuensanta. Tras la Eucaristía oficiada por el obispo de la diócesis de Cartagena, monseñor José Manuel Lorca Planes, la «Morenica» empezaba su salida de la Catedral murciana tan guapa como siempre. En esta ocasión, lucía un manto azul con detalles bordados en blanco que fue donado por la Peña La Pava, además, su pelo castaño fue donado por mujeres murcianas para que la Fuensantica luciera más preciosa que nunca estas fiestas.
La patrona de los murcianos estuvo acompañada en todo momento durante su recorrido hacia su santuario por miles de fieles, aproximadamente más de 700.000, los cuales no dejaron de mostrarle su devoción con frases como: «viva la Virgen de la Fuensanta», «viva la madre de todos los murcianos» y «guapa, guapa y guapa». Lo cierto es que el día de ayer se convirtió en una auténtica exaltación de la devoción por la patrona de la Fuensanta. Hacía muchos años que no se congregaban tantos murcianos para acompañar a «La Morenica» hasta su casa en el santuario. En ningún momento del recorrido estuvo la Virgen en soledad. En todo momento el aliento, los cánticos, vítores y agasajos de los murcianos estuvieron con ella en una auténtica demostración de amor y cariño a la que muchos, si cabe, se aferran en los días actuales con más fuerza para sobrellevar de la mejor manera posible la situación económica por la atraviesa el país. Pero ayer no hubo tiempo para tristezas ni para lamentos. La Feria de Septiembre bajó el telón entre el buen ambiente que merecía una jornada dedicada a las más grande de todas las murcianas. Fue una Romería completa de principio a fin. Marcada por la devoción y la fe, dos sentimientos que por desgracia se encuentran muy en declive en la actualidad. Toda la ciudad de Murcia respiró a Romería por sus cuatro puntos cardinales, en especial, por las zonas que acogieron el tradicional recorrido hasta su santuario. Tampoco faltaron a su cita las personas que cumplieron promesas por la labor intercesora de la patrona de Murcia, motivo por el cual realizaron el recorrido de la Romería descalzos para cumplir con lo «acordado» con la madre. La distancia desde la Santa Iglesia Catedral de Murcia hasta el Santuario de la Fuensanta se transformó en casi diez kilómetros de calles transmormadas, adornadas y engalanadas. Flores, banderas de España, pañuelos con la imagen de la Virgen y cantos coparon todo el recorrido.
Todos los rincones rezumaban alegría, pero hubo algunos que fueron especialmente significativos y merecen mención especial. Es así, sin duda de la salida de la Plaza del Cardenal Belluga después de la Eucaristía que ayer se celebró allí. Todo empezó al pasar el alba y se prolongó hasta casi las cuatro de la tarde. La tradicional parada en la puerta de la Iglesia de El Carmen tampoco defraudó. Una lluvia inmensa de pétalos de flores cayeron suavemente sobre la cabeza, rostro y regazo de la Virgen como queriendo hacerles caricias y dejar sobre ella todo su aroma. Esta parafernalia se repitió hasta 40 veces a lo largo de la Romería. También resultó especialmente emotiva la que tuvo lugar en torno al mediodía poco antes de llegar a la iglesia de la pedanía murciana de El Barrio del Progreso. Los anderos que portaban a la patrona aproximaron a la Virgen al margen derecho de la avenida principal de El Progreso para que unos vecinos apoltronados en un balcón, vertieran sobre el rostro luminoso y radiante de la Fuensanta un batallón de pétalos de rosa y clavel de color rojo, blanco, amarillo y rojo y amarillo entrelazados emulando a los colores de nuestra nación.
En otro sentido, la Romería de 2010 se caracterizó por ser lenta en el avance y cansada para los ciudadanos a causa del agudizante calor, motivo que convirtió el agua fresca en uno de los víveres más demandados. Entre los que pasó calor y se encomendó a la «Morenica» se encontraba el alcalde de Murcia, Miguel Ángel Cámara, quien, en declaraciones a LA RAZÓN, comentó que ayer fue un día de alegría, confianza y esperanza en el que «todos los murcianos dejamos en manos de nuestra patrona esos deseos y anhelos que en estos momentos más que nunca tenemos a causa de la crisis que estamos viviendo». En el mismo sentido, pidió a la Virgen de la Fuensanta que continúe protegiendo a su pueblo de Murcia manteniéndolo bajo su manto protector y que le otorgue «salud, fuerza para superar las dificultades, consuelo a los desamparados y trabajo y un futuro próspero a los jóvenes de nuestra ciudad». Además, como valoración general de la Feria, Cámara apuntó que lo más destacado ha sido la importante afluencia de gente a todos los festejos y actividades que se han realizado.
Por desgracia, la Romería también tuvo su cara amarga con las 122 intervenciones que tuvieron que llevar a cabo entre miembros de Cruz Roja y Protección Civil. Del total, seis requieron de traslado hospitalario para su tratamiento médico por intoxicación etílica. El resto de atenciones sanitarias estuvieron relacionadas con picaduras de insectos, lipotimias y heridas. En la misma línea, el hospital de campaña desplegado por Protección Civil realizó 25 atenciones. El despliegue estuvo formado por 136 voluntarios, tres hospitales de campaña, nueve ambulancias y un Puesto de Mando Avanzado para supervisar.
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