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Odriozola: «No voy a dimitir soy una víctima»

El presidente de la Real Federación Española de Atletismo (RFEA), José María Odriozola, dejó claro que no piensa presentar su dimisión debido a la presunta implicación de la campeona del mundo de 3.000 obstáculos, Marta Domínguez, en la 'Operación Galgo'.

El presidente de la Federación de Atletismo, en la rueda de prensa que ha ofrecido hoy con motivo de la "operación galgo"
El presidente de la Federación de Atletismo, en la rueda de prensa que ha ofrecido hoy con motivo de la "operación galgo"larazon

La sede de la Federación Española de Atletismo se quedó pequeña. En la sala de prensa no cabía nadie y muchos periodistas tuvieron que pasar a la habitación de al lado, la cocina. Papeles por un lado, la máquina de café, mesas puestas unas encima de otras, redactores con sus cuadernos sentados encima de ellas, el microondas y, al lado, una televisión para que todos pudieran seguir a José María Odriozola. El presidente de la Federación daba la cara en público por primera vez desde que saltara la «Operación Galgo», que ha sacudido al atletismo nacional. «Me considero una víctima importante», dijo en varias ocasiones Odriozola, que se mostró a la defensiva, pero seguro, acostumbrado a lidiar con situaciones complicadas, aunque quizá ninguna como ésta. Defendió que siempre ha luchado contra el dopaje e incluso contra el entrenador Manuel Pascua –uno de los imputados– y sus métodos en los años ochenta. Pese a ello, volvió a contratarlo años después. «Me engañó, ha sido un ataque a la confianza y cariño que volví a poner en él. Pequé de ingenuo, pero me dio la sensación, por sus comentarios, de que había cambiado. Me equivoqué al pensar que lo había hecho».

«No voy a dimitir, sería de cobardes, no hay motivos para que lo haga», fue otra frase que repitió dos veces, porque dos veces se lo preguntaron, y se mostró desafiante en la segunda de ellas. «Estás insinuando que no tengo capacidad para dirigir la Federación...». «Mi mandato dura hasta noviembre o diciembre de 2012 y si no pasa nada estaré seguro. Y me voy a presentar a la reelección con más ganas que nunca», retó.

Odriozola era como un boxeador acorralado en el rincón que esquivaba todos los golpes. Otro de los «directos» era en referencia que parece que en la Residencia Blume, que está a escasos metros de la Federación, todos sabían lo que allí se cocía, el supuesto «trapicheo».

Mandó un recado a todos los atletas que han dicho que era un secreto a voces: «Si hubiera sabido algo habría tomado medidas. Me hace gracia que ahora haya tanto vidente. Mi puerta está abierta y nadie ha venido, y cuando ha llegado un rumor con fundamento se ha hecho un control fuera de competición. Nosotros sólo podemos luchar contra el dopaje haciendo controles». Él no sabía nada, pero reconoció que siempre hay rumores, sin especificar y que si veían alguna analítica alterada en algún atleta sólo le advertían: cuidado no estés haciendo algo raro. «Sin pruebas no se puede denunciar nada», añadió el velocista Ángel David Rodríguez, que estaba a su lado en representación de los atletas.

El presidente asegura que el mayor disgusto es que haya aparecido Marta Domínguez en el asunto. «Su licencia como atleta está a la espera del juzgado, porque está implicada por presunto tráfico con productos prohibidos, pero no ha dado positivo y le hemos hecho 50 controles fuera de competición en los últimos cuatro años. Si reconoce que se ha dopado o se demuestra, se le quitarán las medallas y los triunfos conseguidos desde el día en que lo hizo. Intenté hablar con ella el primer día. Ahora debe ser ella la que me llame».

«Desconocíamos que Eufemiano fuera el médico de Marta», continuó Odriozola. Sobre el médico implicado en la trama hizo sólo una especulación: «Quizá se le cerraron las puertas del ciclismo en la "Operación Puerto"y ha recurrido a sus viejos amigos... (como Pascua)». En relación a la insinuación de Eufemiano de que la Selección de fútbol se había dopado, Odriozola afirmó: «Lo peor de Eufemiano es que ha estado tantos años escondido que no podía ni presumir».

El presidente de la Federación considera que Alemayehu Bezabeh, cogido cuando iba a realizarse otra autotransfusión, es, como él, una «víctima». «Bezabeh me confesó que le habían extraído una bolsa de sangre y cuando le dije que eso era dopaje se quedó consternado. Me dio la impresión de que era una víctima. Al parecer Pascua le había dicho que no le dijera nada a su representante».

Para defender su defensa de la atleta Josephine Onyia, que dio positivo, la exculparon, pero acabó sancionada porque la IAAF falló en contra de la Federación, aseguró: «Es el único caso en el que no hemos sancionado porque había dudas razonables. Si dio cinco veces menos clembuterol que Contador...».

Para Odriozola, Paquillo no dijo nada a la Policía: « La "Operación Galgo"se inició por la denuncia en un juzgado de una persona cercana al atletismo».