Valladolid
Diez meses de cárcel por dejar a sus hijos solos para irse al bar
El Juzgado de lo Penal número 4 de Santander ha condenado a diez meses de cárcel por un delito de abandono temporal de menores a un hombre que dejó solos de noche en casa a sus hijos, una niña de ocho años y un niño de seis, para irse al bar a beber.
El padre se marchó a las ocho de la noche de su casa y dejó solos a sus hijos hasta que la policía le localizó dos horas y media después en la barra de un bar consumiendo alcohol y en "evidente"estado de embriaguez.
Los agentes fueron al domicilio del acusado alertados por una llamada de la madre de los menores y le localizaron en un bar siguiendo las indicaciones de la niña, que les dijo en qué local podía estar.
Según la sentencia, los menores no habían cenado, estaban desaseados, la niña tiritaba de frío porque la casa tenía las ventanas abiertas y el niño se encontraba enfermo.
La vivienda no reunía las condiciones mínimas de salubridad, porque estaba sucia y desordenada. En el baño olía a orines, la bañera estaba llena de ropa y zapatos en remojo y en la cocina había platos sucios que "inundaban"el fregadero y una olla con comida podrida.
La niña relató en el juicio que su padre les dejaba solos varios días a la semana sin darles de cenar hasta que regresaba, borracho, y en ocasiones a altas horas de la madrugada, y que a veces le daba pereza llevarles al colegio, por lo que tenían que ir solos.
Los servicios sociales habían sido alertados unos días antes por la parroquia a la que los niños acuden a realizar actividades extraescolares de que el padre acudía a buscarles borracho, por lo que realizaron una visita al domicilio. En esa ocasión, encontraron al padre limpiando y recogiendo la vivienda.
Este hombre tenía atribuida la guarda y custodia de sus hijos, pero condicionada a que viviera con su madre y abuela de los niños para cubrir sus ausencias, en virtud de una sentencia dictada el 2 de enero de 2007 por el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 13 de Valladolid. Sin embargo, el acusado y su hija menor reconocieron en el juicio que la abuela ya no vivía con ellos.
El mismo día del abandono, los menores quedaron bajo la custodia temporal de su tía. Un día después, el juez prohibió al padre acercarse a menos de 500 metros del lugar de residencia de sus hijos o comunicarse con ellos por cualquier medio.
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