El 605 % de los catalanes cree que en Cataluña hay mucha corrupción

Coincidiendo con el día internacional contra la corrupción, la Oficina Antifrau de Catalunya (OAC) y el Centre d'Estudis d'Opinió (CEO), dieron a conocer ayer la primera encuesta sobre corrupción realizada nunca en Cataluña y en el resto de Europa. Los resultados no son nada tranquilizadores para la administración pública y sus representantes.

Tanto es así, que un 60,5 por ciento de los catalanes considera que en Cataluña hay mucha o bastante corrupción, mientras que un 53,8 por ciento coincide en afirmar que este fenómeno se ha pronunciado durante los últimos años. Es más, un 78,8 por ciento de los encuestados considera que la corrupción en Cataluña es un problema muy o bastante grave. Sin embargo, pese a la mala imagen de los poderes públicos, casi el 70 por ciento reconoce no haber presenciado nunca un caso de corrupción ligado a una institución pública.

Tanto el presidente de la Oficina Antifrau, David Martínez Madero, como el director del Centre d'Estudis d'Opinió, Gabriel Colomé, coincidieron a la hora de poner el acento en la tolerancia que los catalanes tienen hacia la corrupción en el sector privado, frente a lo vigilantes que están ante las actuaciones ilícitas que se producen en el sector público, sin tener en cuenta que un «organismo público corrupto tiene un corruptor en el sector privado», ni los numerosos órganos dedicados a controlar la actuación de la administración pública. Para muestra un botón, según la encuesta, casi la mitad de los catalanes no cree que un directivo que recibe regalos de una empresa proveedora sea corrupto, mientras que sí ven reprobable que un cargo público reciba regalos de algún empresario.

La condescendencia de la sociedad catalana con la corrupción queda evidenciada cuando más del 70 por ciento de los encuestados está de acuerdo con afirmaciones como «cuando hay mucho a ganar, todo el mundo tiene un precio» o «en determinadas circunstancias cualquier personas puede tener una conducta corrupta». Para Colomé, la tolerancia de los catalanes frente a las actividades irregulares no responde a otro motivo que a la herencia de la «cultura franquista» arraigada tras 40 años de dictadura. La única receta que desde la OAC y el CEO ven para mejorar esta situación es mejorar la educación de los ciudadanos ante los casos de corrupción.

Como nota curiosa del estudio, un 40,3 por ciento de los encuestados no votaría nunca a un partido involucrado en un caso de corrupción, mientras que el 53,8 por ciento optaría por no partcipar por por votar en blanco. Esta encuesta se realizó entre el 7 y el 22 de octubre, un mes antes de las elecciones.