Los «deberes» del nuevo TC

MADRID-Recuperada la tranquilidad institucional tras cuatro años marcados por la interinidad, el renovado Tribunal Constitucional (TC) tendrá que abordar en los próximos meses cuestiones polémicas pendientes de pasar el veredicto de constitucionalidad. Desde el fallecimiento del magistrado «conservador» Roberto García-Calvo, el Pleno del TC no está configurado por doce miembros, como estipula la Constitución. Ahora, una vez que, dentro de unos días, el Congreso y el Senado avalen a los cuatro candidatos pactados por PP y PSOE (los magistrados del Tribunal Supremo Juan José González Rivas y Encarnación Roca y los catedráticos Andrés Ollero y Fernando Valdés), en las deliberaciones volverán a participar doce magistrados.

El debate sobre los matrimonios homosexuales está incluido en el orden del día de mañana, aunque eso no garantiza que se aborde la cuestión según las fuentes consultadas, que aseguran que el ponente de la resolución, Pablo Pérez Tremps, avala en el borrador de la sentencia la constitucionalidad de la norma. No parece probable que a la espera de que la renovación ya pactada se lleve a cabo, el TC saque adelante un asunto tan espinoso con tres magistrados (Eugeni Gay, Elisa Pérez Vera y Javier Delgado) en situación de interinidad.
Tanto el PP como el PSOE han subrayado el sólido currículum de los nuevos miembros del TC, que buena falta les hará para debatir la constitucionalidad de otros recursos pendientes, como el presentado por el PP contra la Ley del Aborto o el más reciente del PSOE contra la amnistía fiscal.

La condena a Otegi y la «doctrina Atutxa» también tendrán que ser abordados en los próximos meses. Al igual que la cuestión de inconstitucionalidad que planteó la Sala de lo Contencioso-Administrativo de la Audiencia Nacional contra la Ley de la Carrera Militar, que suscitó amplio rechazo entre los militares.

En cuanto a Otegi y el resto de condenados por intentar reconstruir a la ilegalizada Batasuna a través de Bateragune (entre ellos el ex secretario general del sindicato LAB, Rafa Díez Usabiaga), el TC tendrá que hacer frente a uno de los caballos de batalla de la izquierda abertzale, y más después de que el Tribunal Supremo redujera las condenas impuestas por la Audiencia Nacional.

Además, el PSOE ya ha anunciado un recurso de inconstitucionalidad contra la reforma laboral aprobada por el Gobierno, aunque el horizonte de esa sentencia está mucho más lejano.

Un Tribunal de Cuentas de corte técnico
En la renovación de dos tercios (ocho de doce) del Tribunal de Cuentas, PP y PSOE han hecho prevalecer los criterios técnicos. El nuevo presidente, Ramón Álvarez de Miranda, era consejero de la institución desde 2001. De los doce puestos, seis han sido propuestos por el PP, cuatro por el PSOE, uno ha sido pactado por socialistas y populares y la última plaza es una candidata de consenso entre PSOE e IU. En esta ocasión, los dos grandes partidos han intentado evitar decantarse por candidatos de marcado perfil político, como venía siendo habitual con anterioridad. Ahora, sólo les resta obtener el plácet del Congreso y el Senado.