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La bicicleta choca con el coche en Barcelona

La muerte por atropello de una ciclista aviva la petición de medidas de seguridad para los usuarios

La bicicleta choca con el coche en Barcelona
La bicicleta choca con el coche en Barcelonalarazon

BARCELONA- Una ciclista muerta tendida en el suelo y un camión, atravesado en la vía, con la bicicleta retorcida en el parachoques. La imagen de la tragedia que se vivió el pasado lunes en Barcelona, cuando una mujer de 49 años, usuaria del Bicing, falleció en un accidente al ser arrollada por un camión, ha puesto en el candelero al debate de la seguridad vial de los ciclistas.

La polémica parecía superada. Las campañas de tráfico y la instauración del Bicing en la ciudad como medio de transporte habitual hacían presagiar una convivencia pacífica entre conductores, peatones y ciclistas. Las cifras parecían avalar esta evolución. En los inicios del año 2000, apenas había 15.000 desplazamientos diarios en bicicleta, pero una década más tarde la cifra se había multiplicado por diez en Barcelona. La instauración del Bicing y el consecuente aumento de usuarios, además, llegó acompañado de un descenso de los accidentes. En 2001, en las vías interurbanas de Cataluña murieron 11 ciclistas y sólo uno falleció en 2011.

La concienciación parecía haber alcanzado su cénit. La mortalidad se había reducido drásticamente y el número de usuarios catalanes se había doblado en apenas cinco años, pasando de los 200.000 de 2005 a los 450.000 ciclistas que usan la bici casi a diario como medio de transporte. Buenos indicadores hasta que la imagen de la ciclista arrollada levantó el debate sobre la seguridad vial en la ciudad y destapó los agujeros que el Bicing y el uso social no han podido tapar.

El presidente del Bicicleta Club de Barcelona, Joan Valls, y el portavoz de la Asociación para la Defensa de la Bicicleta, Roberto Castro, explican que el accidente más usual entre los ciclistas de ciudad es el que provocó la muerte de la mujer: cuando un vehículo gira para tomar otra calle cruzando un carril bici en el que tiene prioridad un ciclista. Además, indican que cada año se producen unos 400 accidentes de bicicleta, de los que una veintena son de gravedad.
«Ya sea por el ángulo muerto, o porque piensan que la bicicleta no tiene prioridad, esta es desgraciadamente la modalidad de accidente que más se produce», explicó a la agencia Efe Valls. De hecho, muchos de los usuarios se preguntan ahora por qué no adapta la señalización de los semáforos el Ayuntamiento para los ciclistas, como ya lo hizo con la llegada del tranvía o más pasos semáforicos distintos como los que ha introducido en el Paral·lel. Por este motivo, el Bacc ha propuesto al Consistorio que instale espejos en los semáforos de los cruces para que los vehículos puedan ver la circulación de bicicletas y que en estos cruces se habiliten puntos avanzados para que los vehículos de pedales queden por delante de los coches, como las salidas avanzadas de las motocicletas en algunos puntos de la ciudad.

También reclaman estudios específicos y analíticos sobre la accidentalidad de las bicicletas en Barcelona. Así como que el aumento de las tarifas revierta en la seguridad viaria. Un euro destinado a la revisión de la infraestructura y otro destinado a la prevención y no a la compensación después del siniestro.

Con todo, el debate sigue abierto. De los 180 kilómetros de carril bici que hay actualmente, hay varios tipos de intersecciones en las que denota el peligro. Por un lado, las que se pueden encontrar los ciclistas en el Eixample, donde los ciclistas giran y los coches pueden seguir recto y arrollarles. Por otro, en Gran Via de les Corts Catlanes, donde se da la misma situación y, por último, las salidas de Paral·lel hacia el centro de la ciudad.

Mientras tanto, el Consistorio asegura que se está llevando a cabo una investigación sobre el accidente y sobre el uso del Bicing en la ciudad.


Un mapa de siniestralidad para la prevención
- Las asociaciones de usuarios de la bicicleta aseguran que un mapa de siniestralidad ciclista y la revisión de todas la infraestructuras ayudarían a evitar más desgracias.n También reclaman instalar espejos en los semáforos con cruce, la parada avanzada de las bicicletas o semáforos específicos para ciclistas.
-Respecto a la subida de tarifa del Bicing –ha aumentado un 25 por ciento–, reclaman que parte del presupuesto se destino a la mejora de las infraestructuras. Un euro de la cuota para mantenimiento y otro más para programas de educación y promoción.
-Por otro lado, desde el Bacc proponen un sistema de bonificación para los usuarios que contribuya a redistribuir de forma natural las bicicletas.


La clave: 1'5 metros de separación
La Federación Catalana de Ciclismo cuenta con 15.000 federados repartidos por 500 clubs de Cataluña. Una de las peticiones más claras de los usuarios y profesionales es la distribución de señales que recuerden a los conductores de vehículos a motor que la distancia obligatoria entre coche y bici al rebasar al vehículo de dos ruedas debe ser de un metro y medio. A pesar de que el código de circulación no introduce una señal para este ámbito, en varios puntos de Cataluña se han colocado señales para recordar la distancia a los conductores. La señal, un cuadrado sobre fondo blanco, «recuerda» que entre ambos vehículos debe haber más de 1,5 metros. El símbolo ha logrado colocarse en cuatro tramos del sistema viario catalán.