Reino Unido
Otra vuelta de tuerca a la TDT
El éxito en la implantación de la nueva TDT, junto al «apagado analógico» realizado el pasado mes de abril, ha sido, en términos generales, todo un éxito y la nueva televisión se ha impuesto, aunque se crearon las llamadas «zonas de sombra» donde la señal digital no llegaba en buenas condiciones, y ha sido preciso reajustar las instalaciones de emisión
En otras zonas, donde la orografía es especialmente complicada y la densidad de población es mínima, se renunció a extender allí la red y sus habitantes deben recurrir a los satélites para poder ver la TV.
La cobertura técnica de la señal, según fuentes de Abertis, supera ya el 85 % del territorio nacional y estaba previsto que llegase al 96% en marzo del próximo 2011.
En el pasado agosto se superó una segunda fase del proceso con la asignación de nuevos canales a las principales cadenas como ha sido el caso de Nitro en Antena 3, Boing en Telecinco o La Sexta 2 hasta completar los multiplex o grupos de canales que permite la TDT en el mismo espacio que ocupaba un canal analógico.
Pero el proceso no ha concluido, ni mucho menos. Queda ahora abierto un plazo hasta 2015 para proceder a la tercera vuelta de tuerca a la TDT y recoger el llamado «dividendo digital». Se trata de reordenar todos los canales y agruparlos en una parte de la banda de frecuencias radioeléctricas, en la antigua UHF, entre los canales 21 al 60 (de 470 a 790 Mhz) y dejar libre una parte hoy todavía ocupada por los canales del 61 al 69 (de 790 a 862 Mhz). Este nuevo espacio será asignado a las compañías operadoras de telefonía para sus servicios de banda ancha móvil.
Las características técnicas de esta parte de la banda de frecuencias son especialmente adecuadas para las transmisiones móviles de alta velocidad y pueden generar un gran impulso a la economía, hasta el punto de que ya existen informes efectuados para la Comisión Europea que aconsejan eliminar incluso en un futuro la TDT, y pensar en otras formas de transmisión de la señal de TV como podría ser el satélite, y dejar todos los canales para telecomunicaciones.
Para poder liberar el espectro previsto en 2015, será necesaria una nueva y gran operación por parte del Gobierno. Las televisiones tendrán «mudar» a otros los canales afectados y, mientras se produce el cambio, emitir al mismo tiempo en dos frecuencias. La situación será similar a la que se produjo con la llegada de la TDT, cuando las cadenas emitían en los sistemas digital y analógico al mismo tiempo. Igualmente habrá que reacondicionar las antenas y descodificadores. Todo ello supondrá un gasto muy elevado que el Gobierno ha previsto amortizar, y aún generar más ingresos gracias al dividendo digital, mediante la venta o subasta de las frecuencias liberadas. No todos los países han adoptado esta decisión, pero Alemania, la liberación de canales ha producido 3.576 millones de euros y una cifra similar se calculó en el Reino Unido. En Francia la cifra subió a 25.000 millones, al sumarse el «beneficio social».
La pasada semana, el secretario de Estado de Telecomunicaciones y para la Sociedad de la Información, Bernardo Lorenzo, explicó, en una comparecencia ante el Congreso de los Diputados, que el dividendo digital supondrá un valor añadido para el sector de entre 12.000 y 16.000 millones de euros según las valoración de la Comisión Europea. El Gobierno considera además que el nuevo reparto aportará beneficios, de forma transversal, a otros sectores económicos.
El proceso obedece además al impulso de la UE que considera que la liberación de frecuencias permitirá reducir la llamada «brecha digital» y facilitar el acceso a internet a alta velocidad a los ciudadanos de zonas apartadas.
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