Bruselas
La UE cobra tipos de interés más altos a sus propios países que a China
Una de las patas del acuerdo del jueves para ayudar a Grecia a salir del agujero fue la rebaja de los intereses que paga por sus préstamos a los socios europeos, desde un 4,2% hasta el 3,5%. Una medida que también se aceptó aplicar a los otros dos socios con programas de rescate en marcha, como son Irlanda, que paga hasta un 5,8% de interés, y Portugal, que paga más de un 5,5%.
Sin embargo, los supuestos cantos a la solidaridad que han invocado los líderes europeos para ayudar a los vecinos de la eurozona desentonan no sólo por lo caro que les salía pedir ayuda a sus socios de la UE, sino también porque eran más generosos con la gran rival: China.
Los europeos, a través del Banco Europeo de Inversión (BEI), están prestando a Pekín 1000 millones de euros en programas para mitigar el cambio climático a un tipo de interés ligeramente superior al 3%.
Portavoces del BEI, cuyo consejo de gobierno está formado por los veintisiete estados miembros, explican que no hacen públicos los intereses que cobra en los préstamos que da , eso sí, «en condiciones próximas al coste de su captación de recursos». No obstante, altos directivos de la entidad apuntan a LA RAZÓN este 3% de interés, y explican que los chinos no sólo se benefician de las ventajosas condiciones, sino también del conocimiento del BEI sobre cómo ejecutar programas de infraestructuras con una máxima eficiencia técnica, en un país con enormes proporciones y una gigantesca burocracia.
Ésta es la principal razón para que China acuda a la ventanilla del BEI, a pesar de sus enormes reservas, que le han llevado a ser el principal prestamista de EE UU y a embarcarse en un periodo de compra de deuda europea de países como Portugal, Grecia o España, además de grandes puertos por el continente o empresas simbólicas como la sueca Volvo.
Energía eólica
La relación entre China y el BEI es aún joven. En 2007, ambas partes acordaron un primer préstamo de 500 millones para proyectos de lucha contra el calentamiento global. El 3 de diciembre, cerraron un segundo desembolso también por valor de 500 millones para proyectos de energía eólica, biomasa, solar o mejora energética. Fue la ex ministra Magdalena Álvarez, en la actualidad una de las vicepresidentas del BEI, la encargada de firmar el acuerdo con el viceministro de Finanzas, Li Jong, en Pekín. «Esta operación se sitúa entre los préstamos más eficientes del BEI en términos de reducción de emisiones de efecto invernadero», dijo la socialista.
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