Noruega

17 minutos sin que la Policía atendiera sus llamadas de auxilio

Anders Behring Breivik calculó todo muy bien. Su «distracción» de colocar un coche bomba en el centro de Oslo, justo en las oficinas gubernamentales le permitió colapsar los servicios de una de las pocas policías en el mundo que prohíbe a sus funcionarios ir armados, a menos que tengan la autorización de sus superiores.

Imágenes de algunos de los 76 fallecidos a manos de Breivik. La Policía empezó a facilitar ayer las identidades de las víctimas.
Imágenes de algunos de los 76 fallecidos a manos de Breivik. La Policía empezó a facilitar ayer las identidades de las víctimas.larazon

Los principales periódicos noruegos han comenzado a cuestionar la respuesta de las Fuerzas de Seguridad ante la masacre que ocurrió en la isla de Utoeya. Una vez comenzado el tiroteo indiscriminado de Breivik, las llamadas no se hicieron esperar. A las 17:10 se realizó la primera demanda de auxilio, sin embargo, la respuesta fue de un contestador automático que pedía que no bloquearan la línea de emergencia, quizás previendo que los familiares de los afectados por el coche bomba comenzarían a preguntar sobre las víctimas y los heridos.

Desde la primera solicitud de auxilio hasta la recepción efectiva de las llamadas pasaron 17 minutos. Fue a las 17:27 cuando se encendieron las alarmas de la Policía noruega, un cuerpo de seguridad demasiado pacífico para responder a lo que les esperaba en Utoeya. Pero no todo queda ahí. La sucesiva cadena de errores, como la lentitud para llegar al río de sangre que se producía en la isla, la falta de equipos, y lo que ocurrió con el desplazamiento al lugar dejan en el aire muchos interrogantes que por ahora no han sido respondidas como se espera, más allá de que el ministro de Justicia, Knut Storberget, prometiera ayer investigar la actuación de los agentes.

La Policía decidió irse en coche ante la falta de helicópteros disponibles, pero al llegar a la costa tampoco tenían preparada una embarcación adecuada.Tomaron entonces un bote demasiado pequeño que empezó a hacer agua, con lo que debieron regresar y hacerse con otro un poco mayor. Después pasaron otros 10 minutos hasta encontrar a Breivik y reducirlo. Incluso el asesino pensó que la Policía lo mataría, según contó ayer su abogado. Exactamente, los agentes policiales pisaron tierra a las 18:25 y a las 18:35 fue cuandodetuvieron al criminal.

Las valoraciones no se han hecho esperar. La ex ministra de Justicia noruega Anne Holt dijo a la BBC que Breivik mató a una persona por minuto, por lo que si la Policía hubiese estado media hora antes en vez de ir en coche, podrían haberse salvado 30 vidas. Además en una aeronave los policías habrían tardado en llegar a Utoeya tan sólo 15 minutos y no los 45 en los que duraron en arribar.

Los diarios «Aftonbladet» y «Aftenposten» se han encargado de desnudar las carencias del equipo especial, algo así como el SWAT estadounidense, al reducir al atacante, quien iba además vestido como un agente. También se dice que Breivik disparó más balas de lo que cualquier policía en su carrera puede hacer en Noruega.

Al igual el reconocimiento de los Servicios Secretos de Noruega –PST– en boca de su jefa, Janne Kristiansen, de que en marzo pasado habían estado vigilando a Breivik por haber comprado fertilizantes, pero que después dejaron de hacerlo porque era muy poca la cantidad que había adquirido, suscitan más dudas. Si bien es cierto que la cantidad era muy baja, no se tomó en cuenta cómo el criminal pudo comprar y transportar desde Suecia 150 kilos de aluminio, ni cómo aparcó el coche bomba en pleno corazón de las oficinas del Gobierno. Con todos estos antecedentes, el ministro de Justicia noruego, Knut Storberget, calificó ayer la actuación policial de «fantástica» y añadió que «es muy importante tener un enfoque crítico pero cada cosa tiene su tiempo».


«Mamá, diles que se den prisa. La gente está muriendo aquí»
Conversación telefónica grabada entre una de las jóvenes de Utoeya y su madre

HIJA: (Julie Bremnes) Mamá, dile a la Policía que tienen que ser rápidos. ¡La gente está muriendo aquí!
MADRE: (Mariane) Estoy en ello Julie. La Policía está en camino. ¿Te atreves a llamar?
HIJA: Dile a la Policía que hay un loco corriendo por aquí y disparando a la gente.
MADRE: La Policía ya lo sabe, han recibido muchas llamadas. Todo va bien Julie. La Policía nos está llamando ahora. Danos señales de vida cada cinco minutos por favor.
HIJA: Tememos por nuestras vidas. Estamos escondidos en las rocas de la costa.
MADRE: Lo entiendo muy bien. Sigue escondida, ¡no te muevas a ningún lado! La Policía está llegando, si es que no han llegado ya. ¿Ves a alguien herido o muerto?
HIJA: Acabamos de oír disparos, no nos atrevemos a levantarnos.