Sevilla
Villalobos reivindica la Diputación ante «los recortes» de «los mercados»
Ni estuvo físicamente ni se le nombró explícitamente, pero la sombra del ex presidente del Gobierno Felipe González, que, recientemente, se mostró a favor de la eliminación de las diputaciones, planeó en la sede supramunicipal durante la investidura.
El reelegido presidente, por mayoría absoluta aunque con menos votos debido al crecimiento del PP, Fernando Rodríguez Villalobos, calificó este debate como «hueco» y «desenfocado en la búsqueda de recortes que complazcan a los mercados». Villalobos, que comenzó su discurso citando a Benedetti para referirse a la crisis –«Cuando creíamos que teníamos todas las respuestas, de pronto, cambiaron todas las preguntas»–, rompió «una lanza a favor de las políticas sociales e igualitarias». «Sabemos cuál va a ser el nuevo escenario y, ahí, esta Diputación quiere dar pasos en clave de progreso, sin miedo al cambio y sin un palmo de retroceso en derechos y logros sociales», explicó. «Nadie puede poner en tela de juicio que los municipios necesitan recibir una serie de servicios que, hoy por hoy, sólo se los aportan las diputaciones», defendió Villalobos, recordando «la apuesta de continuidad de la Junta» con la institución. «Lo primero e ineludible: ¿Quién va a pasar a prestar los servicios que ahora damos? ¿Las comunidades? ¿Los entes supramunicipales? ¿Las mancomunidades? ¿Los consorcios?», cuestionó. A lo que añadió: «¿Cuál es el futuro del personal que presta eso servicios?». «Conviene no desenfocar ese debate, porque lo que no podemos es dejar en al cuneta a los ayuntamientos», subrayó, añadiendo que llevar personal «de aquélla a esta administración no conduce a resolver nada».
«Con recortes y escenarios diferentes a los tradiciones y preguntas para las que no valen las respuestas anteriores sabemos que debemos continuar ahí, a pesar de que ahora se cuestione la existencia de las diputaciones», aseguró. Entre las reformas, el presidente del ente supramunicipal se comprometió a «ser la primera Diputación andaluza que adapte su esquema de funcionamiento, su estructura interna, a la nueva Ley de Autonomía Local que para otoño ultima la Junta». El objetivo es ser «auténticas ‘ventanillas de servicio' para los consistorios». «Esa asistencia será técnica, económica y material» y «destaca el apartado de carreteras provinciales», especificó el mandatario, priorizando «los municipios de menor población» para lograr «la cohesión territorial». La austeridad –dijo Rodríguez Villalobos– será el principio que rija todas las decisiones. «Entre 2008 y 2011, la congelación de las retribuciones de los diputados y de todo el personal eventual ha posibilitado un considerable ahorro», aseguró el presidente, que habló de una pérdida de poder adquisitivo de «entre el 19 y el 28%». «No se trata de vender austeridad para titulares de prensa», reflexionó. A esto, sumó los recortes «en desplazamientos –los diputados ya no disponen de coche oficial para ir a sus domicilios–, protocolo, publicidad o telefonía». Como novedad, Villalobos adelantó que «vamos a suprimir los asesores especiales» y «una de las vicepresidencias».
La «legislatura para demostrar la utilidad»
Los partidos, ante el debate sobre el futuro de la Diputación, defendieron a la institución. El portavoz del PA, Alberto Mercado, reconoció que «cuestiona» los entes supramunicipales pero resaltó que «será la legislatura para demostrar su utilidad y razón de ser». Manuel Domínguez, del PSOE, subrayó que a pesar de la crisis la Diputación «ha sabido estar a la altura». Por parte de IU, Manuel Rodríguez Guillén, narró un cuento sobre un dragón al que se le hacían ofrendas, metáfora de «los mercados» y los recortes, para pedir «una cruzada contra el monstruo». Eloy Carmona, destacó que los ciudadanos han pedido un «cambio» –representado en el crecimiento del PP– y que Villalobos –tendiendo la mano al consenso– tiene la oportunidad de liderarlo».
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