El eje PSOE-CC OO-UGT profundiza en la agitación contra el Gobierno

SEVILLa-De la crítica se ha pasado al ataque y al insulto en contra del Gobierno central por el real decreto de ajuste de 65.000 millones aprobado para cumplir los objetivos de déficit y que, entre otras medidas, recoge la subida del IVA y la supresión de la paga de Navidad a los funcionarios. El eje consolidado entre PSOE y los sindicatos CC OO-A y UGT-A fue clave antes de las elecciones autonómicas para frenar el cambio de gobierno. Ahora la estrategia de agitación ha subido aún más de intensidad con referencias al golpe de Estado del 23-F y al fascismo.

Los dirigentes de CC OO-A y UGT-A, Francisco Carbonero y Manuel Pastrana, se reunieron ayer con el vicesecretario general del PSOE andaluz, Mario Jiménez. El Partido Socialista se va a sumar a las movilizaciones convocadas para el jueves y que se prevén masivas. El «número dos» del partido aseguró, asimismo, que «desde el 23-F no hay un ataque a los principios de la democracia como el que se produjo el viernes», según recoge Ep. «El Gobierno mintió antes, el pasado miércoles en el Congreso y el viernes en la rueda de prensa después del Consejo de Ministros, pues la realidad del Boletín Oficial del Estado (BOE) se parece lo que un huevo a una castaña». El dirigente socialista se refirió en este sentido a la letra pequeña del plan que afloró tras su publicación. Algunos puntos han subido aún más la polémica. Por ejemplo, que la compensación por la supresión de la paga extra de la Navidad queda condicionada a conseguir el umbral de déficit marcado en la Ley de Estabilidad. «La derecha española, a la que no le gusta la Constitución, con estas medidas busca un ajuste de cuentas con la Carta Magna, con una revisión ultraconservadora de la misma», abundó el vicesecretario general socialista.

Los sindicatos respondieron al incendio discursivo del PSOE-A con gasolina en lugar de con agua. «Todas las medidas dirigidas a la eliminación de la protección del parado son una bomba de racimo en Andalucía, que llevará a una situación extrema a varios cientos de miles de personas». «Demonizar, insultar y culpabilizar a los que más problemas tienen es una vieja historia que responde a un modelo ideológico del filofascismo», deslizó el dirigente de UGT-A. Los dos sindicatos y el PSOE han formado un grupo de trabajo para fijar en los próximos meses las acciones en contra de las medidas de Rajoy. La delegada del Gobierno en Andalucía, Carmen Crespo, respondió acusando a Jiménez de «incitar claramente a las revueltas callejeras».

Por otra parte, los dos socios del bipartito entablan una carrera para hacerse con la paternidad de la modificación del plan de ajuste aprobado por la Junta para que los más de 260.000 empleados públicos andaluces no sufran un doble tijeretazo.

La Junta aprobó el 19 de junio un paquete de ajuste de 2.700 millones que incluye la rebaja de complementos y pagas extras a los funcionarios, que le supondrán una merma de un 5% de media y llegará al 10 por ciento en el caso de los interinos. En el acto con los sindicatos, el vicesecretario general del PSOE-A adujo que la Junta estudiará hoy en el Consejo de Gobierno la fórmula para retirar esta rebaja y que no haya una «doble sanción». También por la mañana, el vicepresidente Diego Valderas (IU) anunciaba que presentará en el Consejo de Gobierno y en el Parlamento «la paralización absoluta» del plan. La fórmula será difícil. El recorte de sueldo a los funcionarios es la parte del león del «tijeretazo», con un impacto de 747 millones de euros.

Se multiplican las reuniones con los agentes sociales
Jornada intensa de encuentros y reuniones la que se vivió ayer entre los partidos políticos y los agentes sociales. Por la mañana, el vicesecretario general del PSOE-A, Mario Jiménez, mantuvo un encuentro, junto con miembros de su Ejecutiva, con los líderes de CC OO-A y UGT-A. Por la tarde, el vicepresidente de la Junta, Diego Valderas, se reunió con el presidente de la patronal, Santiago Herrero. El presidente José Antonio Griñán tiene prevista hoy, asimismo, una ronda de contactos con CC OO y UGT, por una parte, y con Herrero, por otra.