Taylor inédita y desnuda

Cada vez tardan menos en aparecer los recuerdos de una vida cuando una estrella de Hollywood se apaga. El pasado 23 de marzo, a los 79 años, falleció Elizabeth Taylor, y apenas una semana después ya han trascendido sus secretos a periodistas –la famosa confesión sobre los abusos sufridos por James Dean–, nuevas biografías y subastas de joyas y cuadros relacionados con la actriz. En medio de la incertidumbre sobre el destino de su herencia, valorada en casi mil millones de dólares (más de 702 millones de euros), ha salido a la luz la que puede ser la única fotografía de la actriz en la que aparece desnuda.

La imagen es única, a pesar de que ella siempre posó para los más prestigiosos fotógrafos, y fue hecha como un regalo para su entonces pareja, el productor Michael Todd. Taylor tenía 24 años cuando posó para la instantánea en un momento en el que ya estaba considerada como la mujer más bella del mundo y una década antes de que este tipo de fotos se pusieran de moda entre las celebridades. Su amigo íntimo, el actor y fotógrafo ocasional Roddy McDowall la convenció para posar desnuda. Corría el año1956 y Roddy le prometió que sería una imagen con buen gusto, artística.

Más secretos
Elizabeth regaló esa foto a Michael Todd cuando se prometieron ese mismo año. Unos meses más tarde se casaron, pero poco después él moría en un accidente de aviación en Nuevo México durante la promoción de «La vuelta al mundo en 80 días». Viuda y desolada, Liz Taylor quiso desterrar este recuerdo y entregó la fotografía a su asistente y maquilladora Penny Taylor. Ahora, cuando todo el mundo daba por desaparecida la instantánea, el coleccionista Jim Shaudis ha aprovechado el filón del fallecimiento de la actriz para desvelar uno de sus objetos más preciados y mostrarla al mundo en su estado más natural. Shaudis ha querido compartir con los fans de «Cleopatra» una fotografía exclusiva que compró en 1980 y que guardaba desde entonces.

Pero no es el único secreto póstumo de la actriz. Para evitar posibles conflictos, destinó una parte de su fortuna a su familia. El problema que ha surgido tras su muerte es quién será ahora el titular de todos sus derechos y, por tanto, se embolsará los enormes beneficios que se generarán tras su desaparición. La otra parte de su testamento también genera polémica. Taylor quería que su colección de joyas, que está valorada en 150 millones de dólares (106 millones de euros) fuera subastada y donada a la organización que ella misma fundó: Elizabeth Taylor AIDS Foundation. Antes de desaparecer de la pantalla en los años 80, se convirtió en una activista en la lucha contra el sida.

Cartas de amor
Entre todas las próximas subastas relacionadas con Elisabeth Taylor destaca la que en mayo ofrece la casa RR y que recoge las cartas de amor escritas por la actriz a su prometido William Pawley Jr. El lote incluye 66 misivas en las que Liz, con 17 años, emplea frases cariñosas como «mi ángel» y expresa su lado más romántico: «Quiero que nuestros corazones nos pertenezcan hasta la eternidad y que siempre seamos amantes». En la subasta, que ya estaba prevista antes del fallecimiento de la actriz, se espera superar los 30.000 dólares de beneficios, pero muerte de Taylor, desgraciadamente, ha revalorizado el precio.