Ejemplaridad necesaria por Carmen Gurruchaga

El ministro Montoro aseguró hace meses que para antes de verano tendría lista la reforma de la Administración con la que disminuiría sustancialmente el número de personas que cobran del erario público. Pero parece que las cosas de palacio van despacio cuando se trata de adoptar medidas difíciles para ellos mismos, pues durante estos años hemos visto cómo los políticos se ponen de acuerdo inmediatamente y sin dificultad cuando se trata de subirse el sueldo, autorregalarse móvil, tabletas, dinero para taxis, dietas y ayudas aunque vivan en Madrid... Sin embargo, no alcanzan ese consenso cuando empiezan a hablar de recortarse esas prebendas. Ante el primer planteamiento del PP para reducir el número de concejales han surgido las divergencias con el PSOE, que prefiere tasar el salario de los alcaldes y del equipo de Gobierno. Pues que hagan ambas cosas y continúen por ese camino para dar ejemplo y satisfacción a los ciudadanos. Y es que la Administración española tiene que empezar a adelgazar rápidamente, pues de lo contrario, los ciudadanos se van a soliviantar. El españolito de a pie siente que el Gobierno le está exprimiendo como a un limón, que todos los ajustes han empezado por él mientras que los políticos dilatan la toma de decisiones sobre los ajusten que les afectan a ellos y a sus compañeros. Las comunidades autónomas están sobredimensionadas, ni tan siquiera se sabe el número de empresas públicas que existen, sobran los enchufados a dedo en la Administración, los coches oficiales con sus respectivos chóferes… Y si el PSOE no quiere pactar la mengua administrativa, tendrá que hacerlo el PP en solitario con su mayoría absoluta, aunque evidentemente sería preferible que lo acordaran entre los dos.