El Cairo

Ejército sirio intensifica su ofensiva en Latakia y en la provincia de Homs

El Ejército sirio intensificó hoy su ofensiva en la ciudad de Latakia (noroeste) e irrumpió con vehículos blindados y tanques en Al Haula, una localidad de la provincia de Homs (centro), para detener a los opositores del régimen.

En Latakia, al menos cuatro personas fallecieron en bombardeos y tiroteos en los barrios de Bustan al Samaqa, Ein, Tamra y Bustan al Hmami, informó el Observatorio sirio de Derechos Humanos, que advirtió de que el número de víctimas podría aumentar.

El grupo opositor Comités de Coordinación Local elevó a cinco el número de fallecidos en Latakia e identificó a otros dos en Homs.

El Ejército se prepara para lanzar una operación contra el barrio de Al Raml y ha pedido a sus habitantes que lo abandonen antes de que comience una campaña masiva de detenciones y demolición de viviendas, dijo a Efe el portavoz de los Comités Omar Edelbe.

Además, las tropas entraron en el campo de refugiados palestinos en Al Raml, que ya fue bombardeado en la víspera, utilizando a personas como escudos humanos para disparar a otros civiles.

Posteriormente, el Ejército se dirigió a un complejo deportivo para pedir la identificación a todas las personas que habían huido de Al Raml y se habían refugiado allí, señaló Edelbe.

Tras el bombardeo, que habría matado a diez palestinos y herido a otros 75, uno de los principales líderes palestinos, Yaser Abed Rabo, acusó hoy a Siria de "crímenes contra la humanidad".

Un portavoz de la agencia de la ONU de auxilio a los refugiados palestinos (UNRWA, según sus siglas en inglés) dijo a Efe que "la mayoría de los 10.000 refugiados del campo de Latakia han huido"y que la organización desconoce su paradero.

Por su parte, el Observatorio de Derechos Humanos precisó que el Ejército colocó puestos de control en todas las entradas de la ciudad y estimó en unas 300 personas el número de detenidos en la zona.

La ciudad costera de Latakia se convirtió ayer en el escenario de violentos ataques lanzados por tierra y aire que acabaron con la vida de al menos 29 personas, pero otros frentes se mantienen abiertos.

En la ya castigada provincia de Homs, en el centro de Siria, decenas de vehículos blindados y tanques del Ejército entraron en la localidad de Al Haula, donde se registraron tiroteos indiscriminados y el despliegue de "shabiha"(matones del régimen) en las calles.

Un hombre murió al ser disparado por francotiradores apostados en los tejados de los edificios en la zona de Taldo, también en Homs, según el Observatorio.

En Idleb (norte), decenas de coches blindados y todoterrenos cargados con artillería pesada irrumpieron en la zona de Maara al Noman y detuvieron a 8 personas, mientras que en Deir al Zur (este) las fuerzas de seguridad colocaron barreras por toda la ciudad para proseguir con las detenciones.

En la zona de Kafr Naboda, ubicada en la céntrica provincia de Hama, las fuerzas de seguridad entraron varios pueblos e hirieron a un número indeterminado de personas tras dispararles con artillería pesada.

De esta forma, el Ejército continúa reprimiendo la revuelta popular contra el régimen de Bachar al Asad que se inició el pasado marzo en forma de multitudinarias manifestaciones.

La ofensiva militar se ha intensificado desde el inicio del mes de ayuno de ramadán, al comienzo de agosto, a pesar de los últimos llamados de la comunidad internacional a detener la violencia.

Dos países clave para Siria, sus vecinos Turquía y Jordania, evidenciaron hoy la profunda incomodidad que les produce la masacre a las puertas de sus fronteras, y pidieron de forma contundente el cese inmediato de la violencia.

El ministro turco de Asuntos Exteriores, Ahmet Davutoglu, aseguró en una rueda de prensa que "si las operaciones no se detienen, no quedará nada sobre lo que hablar en este proceso".

Mientras, por su lado, el primer ministro jordano, Maruf Bajit, telefoneó a su homólogo sirio, Adel Safar, para exigirle el cese de las operaciones militares, señaló la agencia oficial Petra.

Aunque el bloqueo informativo en el país imposibilita la verificación de los datos, el Observatorio sirio de Derechos Humanos calcula que 1.827 civiles y 416 miembros de las fuerzas del orden han fallecido como consecuencia de la represión.