Desahucio
Terrazas de la discordia
Los vecinos se quejan de que no pueden dormir por culpa del ruido de los bares. Para los hosteleros, los veladores son un «respiro» tras las pérdidas por la ley Antitabaco
Madrid- Sale el sol, empieza el calor y abren las terrazas, uno de los pasatiempos preferidos de los madrileños. Pero mientras unos disfrutan de sus cañitas y otros llenan la caja, algunos vecinos se sienten desamparados ante la ley. Se quejan del ruido y de la suciedad que dejan bajo sus casas, pero también del miedo que sienten al enfrentarse a los hosteleros y a los clientes que no respetan el sueño. En la plaza de La Morería y la calle Caños Viejos, los vecinos han colgado carteles en sus ventanas quejándose de su situación, en los que se puede leer «insomnio no, bares fuera; terrazas no, gracias o basta ya de ruidos». En menos de 50 metros que mide la calle hay seis pubs. La propietaria de un piso en esa zona cuenta que dormir en verano es prácticamente imposible: «Da igual que la discoteca cierre a las tres. La gente sale y sigue bebiendo y gritando hasta las siete de la mañana. Al día siguiente huele todo mal y está todo lleno de vasos rotos y botellas. Por más que llamamos a la policía no hacen nada». Una situación que está llevando a la desesperación a más de una familia que quiere salir del barrio, pero que no consigue vender su casa a pesar de que los precios han bajado por culpa de los pubs. Una estampa que contrasta con la que se vive en Serrano. Desde que terminaron las obras, han visto como su barrio resucitaba y se llenaba de gente con ganas de pasárselo bien. Numerosos bares han puesto terraza pero cumplen a rajatabla el horario y como muy tarde cierran a la una de la madrugada. Un camarero explica que «los vecinos no se pueden quejar, porque no hay ruido y abrimos hasta una hora prudencial. Es más, muchos de ellos se bajan a cenar aquí y se quedan hasta el cierre. Si estuvieran descontentos no lo harían».
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