Nueva York
Esperando a Al Qaida
A poco más de una semana de que se cumpla el décimo aniversario del mayor atentado terrorista en la historia de Estados Unidos, el fantasma de Al Qaida vuelve a sobrecoger al mundo. Analistas y fuentes de Inteligencia alertan de la posibilidad de nuevos ataques para marcar la conmemoración del 11-S no sólo en Occidente sino también en los países aliados de EE UU en la guerra contra el terror islamista radical.
La red terrorista internacional querría reivindicar que «no atraviesa sus horas más bajas» tras la muerte de su líder, Osama Ben Laden, indica a LA RAZÓN una fuente de los servicios secretos paquistaníes (ISI). Sin embargo, la envergadura de los atentados no será igual a la de los ataques contra las Torres Gemelas en Nueva York o el Pentágono, manifiesta el agente secreto.
En los documentos incautados de la mansión de Abbottabad, tras la operación estadounidense en mayo que acabó con la vida del terrorista más buscado del mundo, se recoge un plan para atacar la red de trenes de Estados Unidos. Un plan que, según la fuente, «era más una inspiración que una acción real, debido a que toda la inteligencia internacional estaría a la expectativa de que ocurriera un ataque terrorista en esta fecha señalada».
No obstante, advierte el agente del ISI, «hay que estar preparado para recibir un golpe de Al Qaida, aunque no será un ataque orquestado en distintos lugares al mismo tiempo».
Grupos armados islamistas vinculados con la red o incluso kamikazes aislados pueden seguir perpetrando ataques de ese tipo, insiste la fuente. A su juicio, si una célula islamista consiguiera perpetrar un ataque en Estados Unidos el 11 de septiembre «sería obra de terroristas con nacionalidad estadounidense». «En estos momentos sería imposible que los autores hubieran viajado desde Pakistán o desde algún país árabe. Todos los aeropuertos están en alerta máxima y las embajadas tienen muchas restricciones para dar visados», insiste.
Desgraciadamente, haga lo que haga, Al Qaida siempre logrará causar impacto. Esa es, si duda, su arma más fuerte: aterrorizar a la ciudadanía. Sus mensajes en internet, las grabaciones en vídeo, o audio, la simple imagen de Ben Laden o ahora la de su sucesor, el egipcio Ayman al Zawahiri, siempre provocan desasosiego. Algunos analistas apuntan que el doctor al Zawahiri, aunque tiene menos carisma que Osama, ha conseguido multiplicar sus mensajes en internet. Cuando asumió la dirección de Al Qaida, se esperaba un inminente ataque de la banda terrorista en Pakistán o Afganistán, advirtió entonces una fuente militar paquistaní a LA RAZÓN.
El retraso de la elección de un nuevo jefe del grupo terrorista casi un mes y medio después de la eliminación de Bin Laden, llevo a la teoría de que había ciertas discrepancias en la organización para designar a la persona que debía asumir el mando. Incluso, fuentes occidentales estimaron que la demora era un signo de debilidad en la estructura de Al Qaeda.
Habría que esperar entonces a que se produjera un atentado potente en la región que llevara la seña de Al Qaeda para dar a conocer al nuevo sucesor, estimó el ex general retirado Talad Masud. Pero hasta la fecha, el actual líder de Al Qaeda no ha demostrado su liderazgo con una acción terrorista, sino con tres grabaciones con mensajes atronadores, colgadas en webs extremistas.
La última de ellas, de 12 minutos de duración, apareció el pasado 15 de agosto. Al Zawahiri exhortó a los combatientes yihadistas a seguir con su lucha contra Estados Unidos a pesar de la desaparición de Ben Laden. Su mensaje coincidió con la reivindicación del grupo de Al Qaida en Irak de la masacre que provocaron tras perpetrar una cadena de atentados en diferentes partes del país que causaron la muerte de cerca de 70 personas.
«El Estado Islámico de Irak» amenazó con una campaña de 100 ataques para vengar la muerte de su líder. Aunque expertos y dirigentes occidentales estimen que Al Qaida «está debilitada» desde hace tres años, hay que ir más allá para entender el complicado entramado de la red terrorista.
«Al Qaida no es una organización que siga una estructura jerárquica. No hay un centro de control, sino que cada una de las franquicias regionales actúa de forma independiente», explica el agente de inteligencia paquistaní, que advierte que las ramificaciones «hacen más difícil acabar con la organización». Sin duda, el décimo aniversario de los atentados del 11-S se vivirá con el amargo sabor de la tragedia pero también con el alivio que supone para muchas familias que han perdido a sus seres queridos haber visto rodar la cabeza del verdugo. Con optimismo se podría decir que un atentado de tales magnitudes no volverá a suceder jamás, pero Al Qaida seguramente aprovechará esa fecha para recordar que sigue siendo una amenaza para Occidente.
LOS PEORES ATAQUES DESDE EL 11-S
12-10-2002
Matanza en Indonesia
Un triple atentado en la isla de Bali (que afectó a un consulado de EE UU y a dos clubes nocturnos) dejó 202 muertos, casi todos ellos extranjeros.
16-5-2003
Atentado en Casablanca
14 terroristas suicidas mataron a 45 personas en varios puntos de la ciudad marroquí, entre ellos la Casa de España.
11-3-2004
La masacre de Madrid
La serie de atentados en la red de Cercanías de la capital acaba con la vida de 191 personas y hiere a 1.858 en el peor ataque terrorista que ha sufrido España.
7-7-2005
Horror en Reino Unido
Un grupo de suicidas mata a 52 personas en Londres inmolándose en tres vagones de metro y en un autobús.
9-11-2005
Golpe a Jordania
Varias bombas explotan en tres hoteles de Amán. Fallecieron 60 personas.
Al Qaida en el mundo
Pakistán
Al margen de los talibán afganos, que no pertenecen estrictamente a Al Qaida, en Pakistán manda el Ejército de Mahoma, calificado por el MI6 como «la gran estación central» de la «yihad» armada.
Yemen
Al Qaida en la Península Arábiga, liderada por clérigo Anwar al Awlaki, es una rama muy activa pese a los bombardeos de EE UU. Domina gran parte
del territorio y amenaza con destruir el país.
Magreb
Al Qaida en el Magreb Islámico está formado, sobre todo, por terroristas que lucharon en la guerra civil argelina en los noventa. Actúan a nivel local y se han rearmado gracias al caos libio.
Somalia
En junio murió el jefe de Al Qaida en Africa oriental, Fazul Abdulá Muammad, que participió en los atentados en las embajadas de EE UU en Nairobi y Dar es-Salam, que dejaron 224 muertos en 1998.
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