Benzema se pica y gana al Mallorca (1-0)

El Mallorca cedió un empate en el Iberostar (0-0) en la primera jornada de Liga y al devolver la visita al Madrid perdió 1-0, gol de Benzema, el último mártir blanco. Allí y aquí el equipo de Mourinho fue mejor, pero no infinitamente superior. Marcadores tan ajustados como éste son motivo de desazón entre el aficionado madridista, que ve en el Barcelona, acostumbrado a zanjar sus compromisos ligueros con jugosas y sonoras goleadas, al enemigo principal; y el siguiente, su propia ansiedad. Resultados tan magros como este escurrido 1-0 (min 61) mantienen el suspense hasta el final del encuentro y desazonan. Al Madrid le cuesta ganar ahora más que antes. Y menos mal que estaba el «9», que falló dos, pero metió una.

Benzema, que «ha marcado un gol más que Casillas» (Leo Harlem) y «uno menos que Carvalho» (José Mourinho), titular. Noticia. También que Gago y Granero, «los hombres g», suplieran en el doble pivote a Xabi Alonso y Khedira o Lass. «Mou» refrescaba el equipo, y enriquecía la botella de oxígeno con Kaká, por Özil... Benzema seguro que quiso incrementar su «marca goleadora»; pero en el primer tiempo no pudo. Jugó bien, acertó en las combinaciones, se mostró ferviente partidario del fútbol asociativo, dejó el egoísmo en el armario y... De ahí no pasó. ¿Habría metido gol Van Nistelrooy de estar en su lugar? La duda es razonable, irresoluble y, por ahora, ficticia. El Hamburgo se aferra a «VN» mientras Mourinho trata de encontrar alternativas al equipo fetén. El Mallorca de Laudrup, con cuatro bajas significativas –Martí, De Guzmán, Casadesús y Cendrós– es partidario de jugar al fútbol y por ello se antoja víctima propiciatoria para un equipo como el Real Madrid. Pues, no. El Mallorca jugó menos alegre que el lunes en el Calderón, donde cayó derrotado (3-0), pero no perdió de vista la pelota y procuró no maltratarla. Pudo tener premio, excesivo, seguro, si en el minuto 13 Nsue hubiese alojado el balón en la red en lugar de estrellarlo contra el poste.

La jugada fue un contragolpe perfecto que pilló a Marcelo echando la Primitiva. Casillas se lo recriminó, le llamó la atención y le exigió más entrega y concentración. No sufrió el portero más disgustos, aunque al final de esta mitad el peligro rondó su portería un par de veces más.
Aouate, el meta contrario, no intervino. El dominio del Madrid no se traducía en goles. Faltaba intensidad. Granero manejaba el centro del campo, repartía juego; pero sus aperturas a las bandas, hacia Di María o Marcelo, no culminaban. Ni Benzema ni Cristiano Ronaldo ensayaron un solo remate y Kaká era un lastre. Intervenía poco, llegaba tarde y su falta de ritmo le delataba. Lo vio su entrenador, que a la media hora mandó calentar a Pedro León, Garay, Özil y Canales. Lo hizo para espabilar a los titulares y, por los cambios en la segunda mitad, para despistar a Laudrup.

Nsue (Emilio Nsue López), español de origen guineano con aspecto maorí, firmó la emoción de los primeros 45 minutos; para los siguientes decidió Mourinho que ese protagonismo solo podía corresponder al Madrid. Hizo cambios. Pulió el centro del campo, Alonso entró por Gago y Özil por Kaká; mientras se acoplaban, Webó intentó soprender a Casillas, que despejó con el pie. Al espejismo respondió Cristiano con un pepinazo sin ángulo que Aouate desvió a córner. El meta israelí no pudo atajar, en cambio, el zurdazo de Benzema, quien en la frontal se guisó el gol e hizo bueno el centro de Granero.

¡Goool de Benzema! Karim empata con Carvalho; pero eso no es lo importante, lo fundamental es que con él arriba el equipo juega mejor porque tiene una referencia fija. Otra cosa es que acierte con la red; le cuesta. Quizá por ello, y porque Granero vio una amarilla, «Mou» recurrió a Lass y retiró al «Pirata». Las tres novedades en el centro del campo descansaban en el banquillo en el minuto 64. Había que fortalecer el centro del campo y hacer bueno el 1-0.

Mourinho muestra su vena defensiva con el marcador favorable; mientras lo consigue no ahorra en atacantes. Alcanzado el objetivo, lo pone a buen recaudo, «digan lo que digan los demás» (Raphael). Lo que hizo Laudrup entonces fue incrementar el número de atacantes y subía al área madridista con cinco jugadores. No introducía cambios en la alineación. Le satisfacía el rendimiento del equipo, más apurado en defensa que en los primeros 45 minutos; también más activo en vanguardia.

Por quien no pasan los minutos es por Cristiano Ronaldo, ¡qué bestia! Aprovecha al máximo su portentoso y cuidado físico y frente a compañeros y rivales se muestra como un atleta superior. Ignora lo que es el ácido láctico, el asalto de la fatiga. Cabeceó un centro de Di María al larguero en el minuto 82; antes y después, Benzema, exhausto, «muerto», tuvo en sus botas el gol de la tranquilidad. Estaba en el sitio adecuado para rematar, pero le faltaba oxígeno. Trabajó, cumplió y marcó, como si se hubiese picado con el entrenador, quien, por otra parte, tiene razón al decir que a Karim le falta algo, lo que le sobra a Cristiano; pero es que Ronaldo es único.

«Mou» dio a granero la titularidad
Mourinho decidió ayer dar descanso a Xabi Alonso y a Özil pensando en que el miércoles hay partido de Copa en Sevilla y Granero tuvo su oportunidad como titular. No lo hizo mal, trató de mover el equipo en plan organizador y fue sustituido por Lass cuando el Madrid tenía ya ventaja.

Ficha técnica:
1 - Real Madrid: Iker Casillas; Arbeloa, Sergio Ramos, Carvalho, Marcelo; Gago (Xabi Alonso, m.46), Granero (Lass, m.63); Cristiano Ronaldo, Kaká (Özil, m.46), Di María; y Benzema.
0 - Real Mallorca: Aouate, Ratinho, Ramis, Nunes, Kevin, Nsue, Joao Víctor, Tejera, Pereira, Castro y Webó.

Gol: 1-0, m.61: Benzema.

Árbitro: Iturralde González (comité vasco). Amonestó a Ramos (32), Granero (55), Lass (83) por el Real Madrid, y a Nsue (27), Tejera (43), Ramis (75) y Nunes (83) por el Mallorca.
Incidencias: encuentro correspondiente a la vigésima jornada de Primera división disputado en el estadio Santiago Bernabéu ante 75.000 espectadores.