Ministerio de Sanidad

El compromiso por Ana PASTOR

El compromiso, por Ana PASTOR
El compromiso, por Ana PASTORlarazon


Si algo ha caracterizado desde siempre a los profesionales sanitarios esto ha sido su compromiso, su preocupación por hacer bien su trabajo, sobre todo a partir de sus conocimientos y habilidades, pero también de su capacidad para empatizar con las personas que atienden. Pero estos valores requieren un impulso, una adaptación permanente. El objetivo del sistema de salud, y por tanto de los profesionales que trabajan en él, es mejorar la calidad de vida de los ciudadanos, personas sanas o enfermas que no debe desvirtuarse ni en las situaciones más complicadas que se puedan presentar. Las habilidades y conocimientos que se precisan también se van modificando. La mayor participación de los pacientes –requiere una mejor capacidad de comunicación– la gestión clínica, el trabajo en equipo, o la capacidad organizativa… son ejemplos de ello. Si a esto unimos la necesidad de evaluar los resultados, la asunción de responsabilidades y los desafíos éticos, la cultura de nuestras organizaciones tendrá necesariamente que cambiar y ser más abierta.


El compromiso del personal sanitario tiene que ir más allá de su propia profesión y exige el esfuerzo constante para mejorar y actualizar sus conocimientos y habilidades, manteneniendo sus valores profesionales y éticos. La clave en la mejora de la calidad de la Sanidad está en relación directa con unos profesionales, bien preparados, con oportunidades para formarse, trabajando bajo sistemas de retribución más incentivadores y transparentes. El sistema de gestión de recursos humanos del Sistema Nacional de Salud tiene que avanzar hacia la personalización de las condiciones de trabajo y la mejora de la motivación de todos los profesionales de la sanidad. La Ley de Ordenación de las Profesiones Sanitarias hace compatible el esfuerzo modernizador y de estímulo a la motivación individual, con la necesidad de que los sistemas de incentivación y de desarrollo profesional sean asequibles para todos los profesionales, independientemente de dónde trabajen, garantizando que todos ejerzan su profesión con la capacidad, conocimiento y habilidades necesarias para salvaguardar el derecho de los ciudadanos a la protección de la salud y dar respuesta a la necesidad sentida de que el mérito de las personas que trabajan en el Sistema Nacional de Salud sea reconocido por todos. Ahora sólo falta que el Ministerio de Sanidad cumpla la Ley y estos compromisos.