Valencia
Román se lleva la primera oreja de la Feria de Julio
Valencia, 25 de julio. Segunda de feria. Un cuarto de entrada.Novillos de Fuente Ymbro, bien presentados pero de poco juego en conjunto, destacando el cuarto.Fernando Adrián, de celeste y oro, bajonazo, silencio tras aviso, contraria y descabello, silencio tras aviso.Román, de azul rey y oro, pinchazo, entera, oreja, entera, ovación tras petición.Gonzalo Caballero, de negro y oro, entera y dos descabellos, vuelta tras aviso, dos pinchazos y descabello, silencio.
La feria de julio, la feria de Valencia, no se olvide, comenzó de manera oficial, tras dos festejos a modo de prólogo, con una de las combinaciones más atractivas de este serial. Tres de los novilleros
más prometedores del momento se enfrentaban a utreros de una de las ganaderías más en forma de la actualidad, Fuente Ymbro, que, sin embargo, no estuvo a la altura de los esperado. Lidió un encierro muy bien presentado, con cuajo y bonitas hechuras y, sin terminar de romper en conjunto, también con ejemplares de buen juego, como cuarto y, en parte, tercero.
No arrancó la cosa con buen pie. El primer novillo, muy bien hecho, eso sí, se paró casi de salida y se acabó muy pronto, sin dejar a Fernando Adrián más que mostrar sus disposición. No se aclaró para nada con el cuarto, mucho más boyante y repetidor, sin lograr confiarse ni estar a gusto en ningún momento.
Román ratificó su triunfo fallero y se justificó más que de sobra, jugándose el flequillo con un astado que se vencía por ambos pitones y que tragaba el primer muletazo pero nunca el segundo, siempre muy pendiente de su matador, que estuvo valentísimo, sin dar importancia a los achuchones recibidos ni a que le levantase los pies del suelo, dejando, además, muletazos de excelente trazo. El quinto no tuvo fijeza en los primeros tercios y fue tardo y reservón en la muleta, teniendo que ser Román quien hiciese todo el gasto, tirando otra vez de valor y ganas para sacra una faena muy trabajada en la que estuvo muy por encima de su oponente.
Debutó en Valencia Gonzalo Caballero, que con un novillo con afán embestidor y cierta claridad, dejó ver sus buenas maneras y una muy positiva actitud así como su lógica falta de oficio. Volvió a estar
muy decidido con el sexto, otro novillo apagado y por momentos acobardado que permitió sólo el arrimón y la posibilidad de un revolcón
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