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Independentismo a la baja
Caen los partidarios de la secesión de España, según el barómetro de la Generalitat. CiU se mantiene a la cabeza, el PSC acentúa su tendencia a la baja y el PP se afianza como tercero
BARCELONA– «Si mañana se hiciera un referéndum para decidir la independencia de Cataluña, ¿usted qué haría?» Por primera vez desde que el gobierno de Artur Mas formula esta pregunta en sus periódicas encuestas, el número de partidarios de la secesión de España ha bajado. En concreto, según el último sondeo del Centro de Estudios y Opinión (CEO) de la Generalitat, un 44,6 por ciento apuesta por la independencia, mientras que un 24,7 por ciento afirma que votaría en contra y un 24,2 asegura que o bien se abstendría o bien no iría a votar. La última vez que la Generalitat hizo esta misma pregunta, en octubre de 2011, un 45,4 por ciento respondió en clave independentista.
El CEO también plantea qué tendría que ser Cataluña. La mayoría (un 30,8 por ciento) responde que debería ser «un estado dentro de una España federal»; un 29 por ciento contesta «un estado independiente», un 27,8 afirma que «una comunidad dentro de España» y un 5,2 apuesta por «una región de España».
La mejor noticia para el Govern es que su gran objetivo –el de conseguir un nuevo pacto fiscal para Cataluña– merece un respaldo del 76,5 por ciento de los catalanes, que declaran estar «totalmente a favor» o «más bien a favor» de un pacto fiscal en la línea del concierto que rige en el País Vasco. La encuesta asegura, además, que un 51,2 por ciento está «totalmente a favor» de que las administraciones catalanas
El sondeo, que se hizo coincidiendo con la aprobación de la reforma laboral del Gobierno y con la aprobación de los presupuestos de la Generalitat, también refleja que el desgaste electoral del PSC continúa, que CiU sigue a la cabeza aunque pierde un poco de fuelle, y que el PP se consolida como tercera fuerza.
En consecuencia, se puede concluir que ni la política de ajustes ni el incremento de tasas pasa, de momento, factura al Govern de CiU. «Este desgaste inicial no es suficientemente fuerte como para que le cueste algunos escaños», explicó el director del CEO, Jordi Argelaguet. En un año, CiU ha pasado de captar el 34,5 por ciento de la intención directa de voto al 30,4 por ciento, pero su número de escaños continuaría siendo el de 62 (el mismo que actualmente ostenta en el Parlament).
Tampoco el PP experimenta un desgaste significativo pese a haber dado su apoyo a dos presupuestos restrictivos. De hecho, los de Alicia Sánchez-Camacho se afianzan como tercera fuerza del Parlament conservando los 18 escaños que tienen.
Socialistas en descenso
El PSC, en cambio, prosigue su tendencia a la baja, pese a haber efectuado el relevo de su dirección y haber situado a Pere Navarro como primer secretario. De los 28 escaños actuales, los socialistas catalanes se quedarían con unos 25 o 26.
El partido que logra un mayor incremento es Esquerra, que pasaría de 10 a 14 diputados. La mejora de los republicanos haría desaparecer del hemiciclo a Solidaritat Catalana per la Independència. ERC, además, superaría a Iniciativa –que, actualmente, tiene más votos–. En suma, el sondeo refleja una continuidad con matices.
En unas elecciones generales españolas la distancia de CiU como fuerza mayoritaria en Cataluña con respecto al PSC sigue creciendo aunque ligeramente, mientras que PSC baja. CiU lograría 17-18 (16 en las últimas elecciones generales) y PSC conseguiría 12-13 frente a los 14 obtenidos. El PP obtendría 11 o 12.
El problema es el paro
Como era de esperar, el principal problema que mencionan los catalanes es el del «desempleo y precariedad laboral» que aumenta hasta el 74 por ciento de las respuestas, seguido del funcionamiento de la economía (43,9 por ciento), insatisfacción con la política (18,5 por ciento) y sistema de financiación de Cataluña (11,3 por ciento).
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