Noruega
Un reto para la tranquila sociedad noruega
Familiares y supervivientes tratan de afrontar el proceso judicial y mediático
Ayer no sólo se sentó en el banquillo Anders Behring Breivik, sino que se reabrieron las heridas aún no cicatrizadas de los familiares y los supervivientes de la mayor tragedia vivida en Noruega desde la Segunda Guerra Mundial. ¿Cómo soportar el fuerte despliegue mediático que rodeará el juicio? ¿Cómo evadirse del proselitismo xenófobo y ultraderechista que va a desplegar Breivik? Éstas son las preguntas que se hace una sociedad que, según las encuestas, cree que los medios de comunicación dedican demasiado espacio al autor de los atentados de Oslo y Utoya. Algunos afectados han decidido poner tierra de por medio y marcharse al extranjero.
Conscientes de esta realidad, dos importantes diarios noruegos, «VG» y «Dagbladet», han creado dos «home pages» en sus ediciones electrónicas para que los lectores puedan elegir entre una versión que incluya la información detallada sobre el proceso judicial y otra que no lo mencione. Asimismo, una asociación de víctimas ha repartido una pegatina con la leyenda «No entrevistas, por favor» para evitar las preguntas de los 1.500 periodistas extranjeros de 200 medios que han invadido la Corte de Oslo.
El director del Centro para Crisis Psicológicas, Atle Dyregrov, lamenta que «es un triste efecto secundario que el juicio le proporcione a Breivik un micrófono para proclamar sus ideas. Para las víctimas, esto va a recordarles el dolor que sufrieron». Para tratar de paliarlo no estará permitido emitir, grabar o fotografiar los testimonios de Breivik.
Las sesiones del juicio durante el mes de mayo estarán dedicadas a las víctimas de Utoya, como Eivind Rindal, de 22 años, que escapó de la isla con otros jóvenes en un bote, mientras Breivik les disparaba desde la orilla. «Será especial, pero espero que esté allí. Quiero confrontarlo con mi declaración. Cuando alguien me dispara, debe hacerse responsable. Esa confrontación será para mí una parte más para poner el punto final», manifestó Rindal a medios noruegos durante estos días.
«Creo que es muy importante que el mundo vea esto y que lo vea como es. Es una tragedia motivada por puntos de vista políticos que son muy comunes en el resto del mundo y que tenemos que combatir. Tenemos que luchar contra las acciones extremistas como ésta», declaraba frente a la Corte de Oslo Bjoern Ihler, otro de los supervivientes del tiroteo.
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