Un joven australiano sacrifica su vida para salvar a su hermano de las inundaciones

 La ciudad de Brisbane, la tercera de Australia, ofrece hoy aspecto de "zona de guerra", tras las persistentes inundaciones que han causado el mayor desastre natural que se recuerda en el estado de Queensland.

La destrucción afecta no solo a la capital del estado; otras 70 ciudades y pueblos del territorio se encuentran inundados o aislados, situación esta que atañe a 2,5 millones de personas, según la radio ABC.

Han muerto 15 australianos desde el lunes, y la cifra asciende a 26 si se empieza la cuenta a principios de diciembre, cuando ocurrieron las primeras inundaciones, al menos 60 personas continúan desaparecidas y el número de damnificados ronda los 200.000.

Un australiano de 24 años, que fue tragado por una alcantarilla cuando inspeccionaba la situación de la casa de su padre, ha sido la última víctima mortal de esta lista y la primera de Brisbane, una población de 2 millones de habitantes.

"Hemos visto escenas de devastación y destrucción increíbles, barrios enteros donde solo se distinguen los tejados, donde centros de trabajo enteros han quedado completamente bajo el agua", describió la jefa del Gobierno de Queensland, Anna Bligh.

Pero de entre todas las historias de muerte y destrucción destaca la de Jordan Rice, un adolescente de trece años que sacrificó su vida para que su hermano fuera rescatado.

Jordan, de 13 años, su hermano Blake, de 10, y su madre Dona, de 43, quedaron atrapados en el interior de su automóvil cuando fue arrastrado por una riada en la ciudad de Toowoomba. Varias personas que se encontraban en las cercanías intentaron llegar hasta el coche, pero la fuerte corriente les impedía acercarse. Finalmente, un hombre consiguió atarse a una cuerda y llegar hasta el vehículo. El rescatador cogió la mano de Jordan para sarcarlo del coche, pero el joven insistió en que socorriera primero a su hermano y a su madre.

Finalmente, el más pequeño de la familia fue puesto a salvo, sin embargo la madre y Jordan fueron arrastrados por la fuerte corriente y murieron ahogados.

La noticia ha conmocionado al país, y en Twitter ha sido aclamado como un "verdadero héroe» de las inundaciones.