Raíces por Sergi Sánchez

Curioso: las dos grandes ganadoras son películas sobre la filiación. «The Artist» (en la imagen) prefiere celebrar el futuro del cine cerrándole los ojos al fin de una época que siempre fue mejor. «Los descendientes» contempla los vínculos familiares como reivindicación de la herencia de la tierra que nos vio nacer. Incluso «La invención de Hugo», la maravilla con que Scorsese se ha estrenado en el 3D, nos anima a entender el presente de la imagen como una consecuencia de lo que los padres del cine inventaron en sus primeros sueños. Es lo que ocurre en tiempos de crisis: el cine necesita agarrarse a sus genes para explicar su supervivencia. La cinta de Hazanavicius y la de Payne parecen obras menores, pero la fuerza narrativa de sus ideas expande su radio de acción. Es una buena noticia que hayan apostado por la inteligencia y no por el espectáculo: aunque «The Artist» se haya hecho un hueco en la temporada de premios gracias a Weinstein, es una propuesta excéntrica. Y «Los descendientes» se defiende bien solita: es lo más cerca que han estado los Globos de una obra maestra .