Londres
Suspenso en seguridad
La empresa que protege Londres admite que algunos agentes no superaron las pruebas de acceso y no tienen experiencia en desactivación de explosivos
LONDRES- A pocas horas de la ceremonia de apertura, los británicos y las 300.000 personas que se esperan cada día en la Villa Olímpica supieron que su seguridad va a estar en manos de unos efectivos que hicieron trampas en los exámenes para conseguir su trabajo y que apenas tuvieron 20 minutos de clases prácticas para detectar explosivos. En la antesala de los Juegos y en una ciudad ya de por sí en el punto de mira de los terroristas por su estrecha vinculación con Estados Unidos, la empresa privada G4S –contratada por el Gobierno para la seguridad durante los Juegos– vuelve a despertar sosdechas.
Su profesionalidad se puso una vez más en duda después de que «The Guardian» revelara ayer que los alumnos que se preparaban para ser agentes tuvieron varias oportunidades para pasar los exámenes e incluso pudieron hablar sin problemas con sus compañeros para copiar la respuesta correcta bajo la mirada cómplice del instructor.
La noticia sale después del escándalo protagonizado por la compañía, que admitió que sólo podía facilitar 7.000 de los 10.000 agentes prometidos y que no podía confirmar si el personal contratado aparecerá cada día en el lugar designado. Ante tal panorama, el Ejército ha tenido que abandonar algunas de sus misiones para proporcionar hasta 3.500 efectivos más de los previstos y otros 1.200 que deberán estar localizables en caso de que se requiera su presencia en menos de 48 horas.
G4S insistió en que ha seguido los estándares del sector y que las pruebas fueron diseñadas y aprobadas por los organizadores de los Juegos. Además, un portavoz de la compañía explicó que no era «raro o incorrecto» que los alumnos que no habían pasado los exámenes los repitiesen.
El clima es tenso en Downing Street. Según «The Guardian», la preocupación por la formación de los agentes con las máquinas de rayos X para detectar explosivos ocupó gran parte de la «reunión Cobra» mantenida por el Gobierno y el COI.
El Ejecutivo ha destinado 553 millones de libras para un despliegue que incluye 11.000 efectivos militares, 7.000 agentes del G4S, 12.500 policías, 7.000 voluntarios y 12.050 «embajadores de los Juegos». Al problema de la seguridad, David Cameron tendrá que añadir la huelga de los agentes de aduanas. Éstos han amenazado con no presentarse mañana en su lugar de trabajo para protestar contra los recortes del Gobierno.
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