Barcelona
Huelga Ahora no
A tan sólo dos días de la huelga y pese al esfuerzo que están haciendo los sindicatos para animar a los ciudadanos a secundarla, la gente no está por la labor. «Desanimados», así es como se sienten muchos. Desanimados «porque han perdido el trabajo», desanimados porque el que lo tiene «teme perderlo en cualquier momento», desanimados en definitiva porque no ven el final del túnel ni la salida de la crisis.
Escépticos. Así se muestran otros. Escépticos ante «este Gobierno y el que vendrá», escépticos ante unos sindicatos que, según la gente, «no nos sacarán adelante».
La huelga general del próximo 29 de septiembre llega en el momento de mayor decadencia económica, con el nivel de parados más alto de la historia de la democracia, en resumen, en un momento de crisis sin precedentes. De las cinco huelgas generales que ha vivido España desde que se instauró la democracia, casi ninguna ha coincidido con una mala situación económica. Ante este ciclo económico por el que atraviesa España, la gente «no está para huelgas», sino que lo que quiere «es trabajar y que se cree empleo», y que los «gobernantes cambien el modelo productivo de este país», eso de lo que tanto se viene hablando y por lo que tan poco se ha hecho, expresa una trabajadora.
Defienden su «derecho» a no ir a la huelga. Desde todos los estratos sociales y económicos muchos han tomado ya su decisión: «El 29 de septiembre iré a trabajar». Los motivos de esta decisión son diversos, aunque el denominador común es el mismo: «No quiero perder dinero».
Los miembros de una consultoría con los que habló LA RAZÓN no comparten la forma de quejarse de los sindicatos. En su opinión las huelgas «son inútiles, porque retrasan el trabajo y paralizan el país». «Lo único que se consigue es estropear España», dice una de las empleadas. Otro miembro de la consultoría considera que no tiene sentido hacer la huelga a estas alturas. «Tendría que haberse hecho antes». Una de sus compañeras, a pesar de estar en contra de la reforma laboral aprobada por el Gobierno y a la que califica como la reforma del «despido más que de la contratación», dice que no secundará la huelga.
«No perderemos clientes»
Tampoco quieren cerrar ese día los abogados de un bufete porque «no están por la labor de perder clientes ni dinero». La misma opinión comparten trabajadores de un servicio de limpieza. No quieren ir a la huelga «porque nos quitan mucho dinero», así que asistirán al trabajo «como hacen todos los días». Otra compañera nos dice «que no va a ir a la huelga porque quiere trabajar». Añade que aunque «no cree en los cambios introducidos en la reforma laboral, no contribuirá a armar más ruido». Mientras que un empleado de mantenimiento dice que también irá a trabajar el próximo miércoles por el mismo motivo: «No quiero dejar de cobrar ese día».
«Abriré el quiosco»
LA RAZÓN habló también con un quiosquero. Él dice que abrirá su negocio si recibe los periódicos como suele hacerlo todos los días sobre las siete de la mañana. «Yo esperaré aquí y si no me llega la mercancía cerraré porque no quiero exponerme a que venga un piquete», comenta. Recuerda la última huelga, la de 2002. Entonces sí recibió la mercancía que pudo vender sin ningún tipo de problema, explica.
Un podólogo con el que también hablamos lo tiene muy claro: «No iré a la huelga ni harto de vino». Él «no cree en el Gobierno y menos en los sindicatos», a los que califica de «mafiosos». Es contundente: «No voy a dejar de trabajar por aplaudir a unos manifiosos». Lo tiene claro: «La huelga sólo se salvará por aquella gente que vaya en transporte público».
Una médico de la Seguridad Social no hará huelga el 29-S, no porque no esté de acuerdo en que la situación «es desastrosa» sino porque no cree que los sindicatos tengan razón. «Sólo se meten con los empresarios o los bancos» y no con el Gobierno, asevera en relación a la saga de vídeos que UGT está distribuyendo por internet y en el que aparece el actor David Fernández –Chikilicuatre–.
El derecho a la huelga
El administrador de una casa comenta por su parte que quien quiera hacer huelga pueda hacerla y el que no quiera secundarla tenga derecho a trabajar. ¿Pero le será fácil al que decida trabajar el 29 de septiembre llegar a su puesto de trabajo? Según la patronal de los empresarios (CEOE) los servicios mínimos pactados entre el Gobierno y las centrales sindicales el pasado jueves, son «insuficientes» y no garantizan que los ciudadanos puedan ejercer su derecho al trabajo ni la actividad económica de las empresas. En este sentido, CEOE recuerda que, al igual que la huelga es un derecho constitucional, también lo es el derecho al trabajo de todos los ciudadanos.
Los servicios mínimos pactados entre el Ministerio de Fomento y los sindicatos incluyen finalmente un 20% de los servicios del AVE y un 40% de los vuelos intercontinentales, un 20% de los vuelos internacionales y un 10% de los nacionales. Mientras que los trenes de cercanías alcanzarán una media del 25% que llegará al 30% en hora punta. Sin embargo el Ejecutivo de Esperanza Aguirre fijó –sin la aprobación de los sindicatos– unos servicios mínimos para la Comunidad de Madrid del 50%. Aun así, una empleada del servicio de limpieza que vive en Alcalá de Henares cree que no llegará a su trabajo ese día, no porque quiera secundar la huelga general, sino porque «vive lejos del lugar de trabajo» y teme que se produzcan piquetes que no respeten los servicios mínimos.
Los sindicatos han puesto toda la carne en el asador para que la huelga sea lo más secundada posible. De hecho, y ante el temor a que se convierta en un fracaso, están preparando ya piquetes informativos para, en su opinión, «evitar las amenazas que los empresarios puedan ejercer sobre los empleados para que no secunden la huelga».
Están desplegando toda su artillería pesada por las empresas a las que acuden explicando a los empleados la esencia de la reforma laboral aprobada por el Gobierno, que según ellos «facilitará el despido». Los secretarios generales de UGT y CC OO, Cándido Méndez e Ignacio Fernández Toxo, están convencidos de que más tarde o más temprano el Gobierno acabará modificándola.
En unas declaraciones sin precedentes, Toxo ha llegado a responder a Rodríguez Zapatero que «hay personas más capacitadas para dirigir el país». La huelga del miércoles será un magnífico termómetro para medir la temperatura de la sociedad.
SERVICIOS MÍNIMOS:
20% servicios AVE
- Circularán uno de cada cinco trenes AVE entre Madrid y Barcelona, Sevilla, Málaga y transversales.
- Los trenes de Cercanías tendrán una cobertura de servicios mínimos del 25% en todo el territorio nacional.
40% vuelos al extranjero
- Se garantiza casi la mitad de las rutas que conectan los principales aeropuertos con países de fuera de la UE.
- Los servicios mínimos aeroportuarios nacionales en la red de AENA para la jornada de huelga alcanzarán el 22,26%.
3 rutas terrestres
- En el transporte de viajeros por carretera, se prestará de uno a tres servicios de ida y vuelta en las rutas establecidas.
- En la Península, el servicio mínimo medio será del 25%, pero en los archipiélagos la cobertura podría alcanzar hasta el 75%.
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