Reparto de despojos por Alfonso Merlos

La Guerra Civil se ha adelantado y ha pillado con el paso cambiado al capitán de uno de los bandos. Rubalcaba daba por hecho que las hostilidades se desatarían antes de caer la medianoche del domingo. No contaba con la traición, la deslealtad, la inoportunidad y la bajeza de una señora cuya incompetencia probada y ambición desmesurada deberían erigirse en su propia tumba política. Sería bueno para el PSOE y principalmente para España.

Chacón ya ha enseñado en demasiadas ocasiones la patita, ya ha demostrado sobradamente de lo que es capaz e incapaz. Si hay una consecuencia interesante y benéfica del hundimiento cantado del socialismo este 20-N es el inicio de una nueva etapa de regeneración en las ideas de la izquierda, de recuperación de las esencias de la socialdemocracia, de vuelta a la centralidad y la moderación, de abandono del marketing insustancial y bobalicón que representa la de Esplugas de Llobregat casi de forma más patética que el propio Zapatero.

O sea, que como está claro que España necesita una oposición que sume, que cuente y, en definitiva, que valga para la dificilísima remontada que pilotará Rajoy, de lo poco que está igualmente claro es que sería catastrófico que Chacón encabezara esa oposición. Otra cosa es que la lideresa nacionalista se sienta motivada y capacitada para pelear por los despojos de su partido a partir del lunes, que se vea con fuerzas para revolverse entre los cascotes y los escombros que dejan Zapatero y Rubalcaba. Está en su derecho. Pero serán legión los socialistas con principios que trabajarán por su derrota y brindarán cuando aborten su alocada carrera. Al tiempo.