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Toronto: la urbe más multicultural

La CN Tower es el emblema de la ciudad canadiense de los rascacielos. Desde la enorme altura de la torre, Toronto se ofrece entera a vista de pájaro. Y cuando pisamos el suelo, en Dundas Square disfrutamos del gran espectáculo de las enormes pantallas y de la multiculturalidad de una ciudad en la que se hablan más de 90 idiomas 

Toronto: la urbe más multicultural
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Para tomar contacto con la gran urbe cosmopolita y multicultural que es Toronto, nada mejor que acceder a lo alto de los 553 metros de la CN Tower, que llegó a ser el edificio más alto del mundo hasta que se inauguró en 2010 la Burj Dubai, que se eleva hasta los 828 metros.
Toronto está situada en la orilla noroeste del lago Ontario y su silueta se refleja en las azules aguas del lago por el que surcan diferentes barcos, tanto de recreo como de pasajeros; estos últimos hacen un recorrido por las tres islas que se encuentran frente a la ciudad y merece la pena realizar el crucero para obtener una hermosa vista de la ciudad y el lago, con la omnipresente silueta de la CN Tower sobresaliendo como un cohete, por encima incluso de las nubes, entre los tejados de los múltiples rascacielos con los que cuenta Toronto. La fotografía la conforma también la imponente silueta del estadio Rogers Centre, antes llamado Skydome en el que juegan a beisbol los Blue Jays de Toronto.
Paseando por la ciudad llegamos hasta la plaza Dundas, en la que se reúnen gentes de las casi cien nacionalidades diferentes que conviven en Toronto. Se dice, y con razón, que Toronto es la ciudad más multicultural del mundo, donde se hablan más de 90 idiomas por las calles. Se sabe incluso que tres de cada cuatro habitantes no proceden ya de los antiguos colonizadores, es decir, de los franceses e ingleses.
Dundas Square no es una plaza como tal, sino la intersección de dos calles (la Younge Street, que figura en el Guinness como la calle más larga del mundo y la Dundas Street). Está situada en el distrito financiero de Toronto y fue inaugurada como plaza pública a finales del 2002. En este lugar se organizan eventos culturales de diferente índole, así se puede acudir a un pase de modelos por la mañana y a un concierto de «hip hop» por la noche, además de pasar un rato entretenido admirando las increíbles piruetas que realizan los acróbatas callejeros o escuchando a los músicos que pueblan cualquier esquina de la plaza. Todo ello, aderezado por los enormes carteles luminosos que ocultan las fachadas de los rascacielos que conforman la zona. En ellos se proyectan tanto anuncios como vídeos musicales o incluso cortos cinematográficos, en un baile continuo de luz que hace día la noche en la plaza. Es también en este espacio donde encontramos una de las curiosidades de la ciudad. Se trata del PATH, un área comercial subterránea con más de 27 kilómetros de túneles que conectan con oficinas, hoteles, restaurantes y centros comerciales, es decir, con los principales centros de trabajo y ocio que son utilizados a diario cuando el clima se torna extremo de frío y es muy difícil caminar por la superficie.
Dispuestos a recorrer los diferentes barrios que conforman la ciudad, nos entretenemos en el barrio chino, que como ocurre en casi todas las ciudades del mundo ofrece variopintos productos orientales, tiendas de recuerdos e infinitos restaurantes étnicos. Paseamos un rato por el barrio de la universidad, atestado de jóvenes estudiantes y con los magníficos edificios de las diferentes facultades. Llegamos en nuestro deambular a visitar dos edificios imprescindibles de Toronto: el «Hockey Hall of Fame», dedicado al deporte que más entusiasmo provoca en este país, es decir, el hockey sobre hielo, y el «Toronto City Hall», el edificio del nuevo ayuntamiento que forma parte de una colosal plaza, y que desde su inauguración, allá por los años 70, provocó tanta controversia a los torontonianos, debido a su atrevida arquitectura.
Varios museos ofrecen una gran muestra cultural que podemos visitar, pero no hay que dejar de ver el museo Casa Loma, se trata de una enorme mansión construida en 1914 por el multimillonario Henry Mill y que en 1937 se convirtió en museo.
Después de tantas emociones, nos tomamos un tiempo de relax cenando en el restaurante giratorio de la CN Tower, para disfrutar no solo de una buena gastronomía, sino de unas impresionantes vistas nocturnas de la ciudad.
 

>> Cómo llegar. La aerolínea Air Transat vuela desde Barcelona, Madrid y Málaga a Montreal y Toronto. Estas rutas comienzan el 7 de abril desde Barcelona y el 14 de mayo desde Madrid. Más información y reservas en el teléfono 902 104 941.
>> Más información. En la guía Lonely Planet de Canadá y en la oficina de turismo de Toronto www.seetorontonow.com.