Estados Unidos
«Street View» (II): surrealismo y bromas sin límites en los mapas de Google
El mundo cada vez entiende menos de distancias. A golpe de ratón, «Google Street View» nos permite pasear de forma virtual por ciudades de una treintena de países. Pero, además del lujo de detalles con los que ver calles y comercios, a menudo nos muestra el lado más surrealista de la condición humana.
Un Opel Astra negro «patrulla» por la ciudad. No es un coche cualquiera, tiene montado sobre el techo un trípode con varias cámaras multi-direccionales que recogen a su paso todo lo que les rodea. Tiendas, coches aparcados, viandantes… Todo queda inmortalizado para ser colgado en Internet posteriormente. No obstante, en las fotografías tomadas se difuminan caras y matrículas (las políticas de privacidad obligan).
A pesar de lo aparatoso del vehículo que recoge estas imágenes, se pretende retratar con la mayor naturalidad las diferentes calles. Lo más asombroso es cuando, entre la gente anónima que transita por estos escenarios, aparecen supuestos cadáveres, grupos disfrazados o gente haciendo sus necesidades entre dos coches.
Hace dos semanas nos conmovió una niña tendida en plena calle de un barrio de Worcester (Reino Unido). Lo que parecía un atropello quedó en una broma de Azura Beebeejaun, la menor que encontró divertido pasar así a la posteridad. Ahora es una celebridad.
Escenas surrealistas
Al paso del coche de Google por una calle en Estados Unidos, surgen de un jardín dos hombres vestidos de buzo, con el traje de neopreno, las gafas, las aletas y hasta un tridente. Corren alocadamente detrás del vehículo, que así los inmortaliza.
No menos dadaísta queda la imagen de dos samuráis, completamente uniformados para la ocasión, en pleno combate. Es una escena recogida junto a una acera en una calle de Pittsburgh. Aunque menos gracia le haría a los ladrones «pillados» por las cámaras tratando de robar un vehículo.
¿Dónde está Wally? También queda desvelado el secreto del paradero de este personaje. Espera frente a una tienda de teléfonos móviles, con su jersey a rayas rojas y blancas y sus características gafas. Igual de carnavalesco, pero más esperpéntico, resulta un hombre de pie, firme junto a una tapia… con una cabeza de caballo.
Pillados ‘in fraganti'
Menos asombro y más críticas han despertado otras imágenes. Gente pillada ‘in fraganti' haciendo sus necesidades entre dos coches, borrachos tendidos en plena calle junto a una botella o prostitutas semidesnudas ejerciendo en calles de polígonos industriales o junto a las carreteras, son algunas estampas que han dado lugar a la polémica.
«Me sentí mal cuando vi las fotos, estoy enojada y disgustada», dijo Claire Rowlands, la madre de un niño que apareció desnudo en Google Street View. «Temo por los pedófilos, no quería que mi hijo fuera visto desnudo por todo el mundo», agregó la mujer, que destacó que el niño estaba en una propiedad privada, por lo que «habría que pedir permiso antes de sacar fotos». A Google no le quedó más remedio que pedir disculpas por lo sucedido y tapar la imagen del niño.
Google reconoció en mayo que la flota de vehículos que usa para tomar fotos de las calles de todo el mundo y elaborar así su servicio de mapas «Street View» había recogido información de redes Wi-Fi de usuarios durante varios años, incluidos «fragmentos» de correos electrónicos y búsquedas de internet, algo que el buscador de internet achaca a un «error». En España se investiga también si Google infringió el Código Penal durante la toma de imágenes en espacios públicos.
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