Barcelona
Ahorra energía no llevar corbata
Subir 1ºC la temperatura reduce el gasto del aire acondicionado entre un 6 y un 7%. Quitarse la chaqueta ayuda, pero más aislar bien el edificio, tener una óptima distribución del aire y que el equipo no esté al sol
Tras la bronca de las corbatas entre Bono y Sebastián en el Congreso de los Diputados, el ministro de Industria aseguró esta semana que así se podría subir un grado la temperatura del aire acondicionado y ahorrar un siete por ciento de energía.Y así es, más bien entre un seis y un siete. «Depende de la temperatura a la que esté y de la humedad es cierto que se puede conseguir ese ahorro energético del consumo del aparato», confirma Antonio Turiel, del Consejo Superior de Investigaciones Científicas.
«En una vivienda en Barcelona –prosigue–, pasar de 25 a 26ºC con un aparato de 2.000 vatios que esté funcionando ocho horas al día supondría ahorrar un kWh al día, unos 15 céntimos. Al mes, 4,5 euros. En Madrid, donde la humedad es menor, el ahorro sería inferior». «En un edificio de oficinas el ahorro es más importante y puede suponer varios miles de euros al mes», añade.
Desde el Instituto de Diversificación y Ahorro de Energía (IDAE), aseveran sin cuantificar, que «quitándote la chaqueta y la corbata y trabajando en mangas de camisa permite ahorrar energía sin perder confort».
Cómo ahorrar más
Ahora bien, si realmente se pretende ahorrar sería mejor si los equipos de aire acondicionado fueran los más eficientes (gama A). Así se gasta un 60 por ciento menos de energía.
Pero si se quiere luchar contra el despilfarro, el primer paso no son las corbatas, sino el buen aislamiento del edificio, la óptima distribución del aire y que el conversor no esté al sol. Se pueden lograr «ahorros de energía superiores al 30 por ciento instalando toldos en las ventanas donde más da el sol, evitando la entrada de aire caliente en el interior de la vivienda y aislando adecuadamente muros y techos», como aconsejan desde el IDAE.
Para Turiel, «la clave reside en tener una óptima distribución del aire. Salvo con equipos muy buenos no sale a la temperatura que se pide, 26 ºC, sino que sale un chorro frío a 14 ºC que tarda en mezclarse con la masa de aire caliente. De ahí, que algunos trabajadores tengan frío y otros tengan calor. También es importante que las salidas del aire no tengan obstáculos y que el conversor no esté al sol porque se calienta el equipo».
«A veces un toldo hace más que subir un grado la temperatura del equipo. Los cristales tintados también, pero resultan caros», concluye Turiel.
«Sustituir el aire acondicionado por ventiladores y una buena gestión de la luz solar en las casas (tenerlas un poco oscuras en las horas de más sol) es lo más recomendable, así como ventilar rápido, tener el edificio bien aislado y ventanas de doble cristal para ser menos vulnerables a los cambios de temperatura exteriores», asegura Aída Vila, responsable de energía de Greenpeace.
Y si se quiere ahorrar más, no deje televisores, vídeos, ordenadores y demás aparatos electrónicos en stand-by, ·esas pérdidas son las responsables del 5 al 13 por ciento del consumo de electricidad en los hogares de los países de la OCDE», añade.
En definitiva, trabajar sin corbata, y sobre todo sin chaqueta ni manga larga, permite ahorrar, pero no sólo si lo hacen los señores ministros, sino todo el personal del Congreso de los Diputados. Sin embargo, ese ahorro energético será mayor si se apuesta por el aislamiento, por los toldos y por no tener los equipos al sol.
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