Si Companys resucitara

El presidente del Parlamento de Cataluña, el independentista Ernest Benach, ha reclamado al Estado español (nada al francés, que fue quien lo entregó) que «pida perdón» por el fusilamiento del presidente Companys. Cada día nos sorprende más esta izquierda sin bandera roja. Hay que tener estómago para pedir al Estado democrático que pida perdón por lo que hizo el Estado franquista.

Por la misma regla de tres, Benach podría predicar con el ejemplo pidiendo perdón a las víctimas del Comité de Orriols, que a tantas personas asesinó en nombre de la República, sin ni siquiera juicio sumarísimo y con el único fin de robarles la bolsa y la tierra. Así eran esos faístas (de la FAI), que tanto desprestigiaron a Catalunya y a la República. Es más que lamentable que se tenga tan poco respeto y se manipule así la memoria de nuestro presidente mártir.

Puestos a reivindicar, no estaría por demás aprovechar que estos días se han abierto al público las alcantarillas de Barcelona para que nuestros independentistas colocaran una placa en la cloaca por la que huyó el conseller Josep Dencàs, de Estat Català (el partido nazi inventor de la bandera estelada), mientras Companys y su gobierno salían dignamente del Palau de la Generalitat, para ser detenidos, tras proclamar el Estado catalán.