Actualidad
Una política común por Miguel Arias Cañete
El sector se está viendo enfrentado a una dinámica de formación de precios que incide en la renta de agricultores y ganaderos. La eliminación de instrumentos de regulación de mercado, la presión de las importaciones y la ausencia de reciprocidad en el cumplimiento de la normativa comunitaria lo han llevado a una situación en la que el relevo generacional apenas se produce. Para que nuevos empresarios se establezcan hay que negociar una política agraria común que mantenga el actual nivel de apoyo económico que reciben los agricultores sin minoraciones adicionales ni imposición de requisitos medioambientales excesivos. Además, se debe garantizar que la cadena alimentaria tenga un mejor funcionamiento y garantice que los procesos de formación de costes operen sin distorsiones, estimular los mecanismos de concentración de oferta y las estructuras de comercialización conjunta y, por último, potenciar los mecanismos de promoción exterior de nuestros productos agrarios y de nuestra gastronomía.
Publicado en LA RAZÓN el 2 de ocutubre
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