Nueva York

«Sufrí presiones y humillaciones por investigar el caso Faisán»

Carlos G. denunció que las trabas de sus superiores mermaban su imparcialidad

Elosua, dueño del bar Faisán donde se produjo el «chivatazo», entrando al local el pasado julio
Elosua, dueño del bar Faisán donde se produjo el «chivatazo», entrando al local el pasado juliolarazon

Madrid- El inspector encargado de investigar el «chivatazo», Carlos Germán, denunció al juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón en febrero de 2010 que por llevar a cabo esa tarea tuvo que sufrir «presiones, perjuicios profesionales y humillaciones» por parte de la propia Policía, en concreto «en el seno de la Comisaría General de Información», que entonces dirigía Telesforo Rubio. En su declaración ante el magistrado del 17 de febrero del pasado año, Germán es interrogado al respecto por la letrada de Dignidad y Justicia (DyJ). «Una vez que se le encarga esa investigación –le pregunta la abogada–, ¿usted ha sufrido algún tipo de presión?». Germán intenta escurrir el bulto. «Yo, Señoría (le dice al juez), no creo que esto sea objeto de esta comparecencia». Pero Garzón no parece estar por la labor. «Usted conteste si ha recibido presión», tercia el instructor.

«¿Usted desarrolló de manera normal su investigación o se encontró con obstáculos?», insiste la abogada de DyJ, una de las asociaciones que ejercen la acusación popular en la causa. «Bueno, podemos decir que alguna dificultad encontré por el camino», termina admitiendo Germán. «¿Qué dificultad?», vuelve a la carga la acusación. «Alguna dificultad. No quiero contestar a esa pregunta». Finalmente, y a requerimiento de Garzón, el ahora inspector jefe se aviene a entrar en materia: «Digamos que la mayor dificultad es, si es que, bueno, se puede llamar así, estuvo en, pues, bueno, en perjuicios profesionales».

«¿Le ponían zancadillas?»
El instructor le pregunta entonces si se refiere al comisario general de Información. «En el seno de la Comisaría General de Información fui sometido a presiones, perjuicios profesionales y humillaciones», se sincera el interrogado, que luego añade: «... porque estaba investigando este tema».

Posteriormente, quien vuelve a preguntarle sobre este asunto es el abogado de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT). «¿Podría concretar quién le presionó?», insiste. «No desearía tener que contestar a esa pregunta», se excusa el comisario, que agota la paciencia de Garzón. «Vamos a ver, explique qué tipo de presiones a ver si nos enteramos de una vez. ¿Le dijeron que no hiciera algo o que lo hiciera de alguna manera? –le pregunta el magistrado–. ¿O le ponían zancadillas? ¿O le insultaban? ¿O lo vejaban? Diga usted». «Mire usted. Sufrí un trato humillante...». Garzón intenta averiguar entonces si esas presiones condicionaron el resultado de su labor. «El contenido de los informes que hizo, ¿responde a la realidad? ¿Sí o no?», inquiere. Germán se esfuerza en despejar ante el juez cualquier duda sobre la profesionalidad de su tarea. «Responde a la realidad –asegura–, porque debido a esas presiones llegó un momento en que vine adonde el juez instructor (se entiende que Fernando Grande-Marlaska, sustituto de Garzón en el juzgado durante la estancia de este último en Nueva York) y le dije que estaba sufriendo unas presiones tan insoportables que yo no podría desarrollar esa investigación con objetividad e imparcialidad».

Ante semejante disyuntiva, el magistrado de la Audiencia Nacional decidió ponerle, cuenta el propio Germán, «a disposición del superior que entonces tenía, es decir, el director adjunto operativo». «A partir de ese momento pude desarrollar mi labor con total objetividad e imparcialidad», zanja el inspector.


Sin contacto con la Guardia Civil
- Durante el interrogatorio, la abogada de Dignidad y Justicia preguntó a Germán si se enteró de que el instructor encargó paralelamente una investigación sobre el «chivatazo» a la Guardia Civil. «Sí. Tuve conocimiento de eso», respondió. «¿Y usted facilitó datos a la Guardia Civil para que pudiera llevar a cabo esa investigación, puesto que era usted el responsable del operativo del cual se habían derivado esos hechos?, se interesó la letrada de DyJ. Germán negó la mayor. «En ningún momento la Guardia Civil se puso en contacto conmigo, me imagino que los datos que les proporcionarían serían desde la sede de este juzgado, que son los mismos que me proporcionaron a mí».