Sevilla

La comisión científica del río cree «incompatible» el dragado con Doñana

Cinco años después de su constitución oficial, la comisión científica sobre el dragado del Guadalquivir se pronuncia al fin para advertir de que esta actuación resulta «incompatible» con la preservación futura de su estuario «y, por tanto, de Doñana».

La nueva esclusa costó 160 millones de euros y sólo será rentable al cien por cien con el dragado del canal de navegación
La nueva esclusa costó 160 millones de euros y sólo será rentable al cien por cien con el dragado del canal de navegaciónlarazon

La Autoridad Portuaria defiende la profundización del canal de navegación –de 6 a 8 metros– para mejorar los accesos marítimos a la ciudad recordando que cuenta con la aprobación del Ministerio de Medio Ambiente, Rural y Marino desde 2003.

El equipo de doce expertos coordinados por el ecólogo Hermelindo Castro, de la Universidad de Almería, interpreta desde una perspectiva ambientalista el informe sobre el río elaborado al amparo del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y publicado a principios de otoño pasado. El nuevo dictamen, presentado ya al Ministerio de Medio Ambiente, considera que ampliar el canal de navegación «no es recomendable en la situación actual», porque repercutiría «negativamente en la dinámica, morfología y biodiversidad del estuario –incluyendo al Parque Nacional de Doñana–, por no mejorar la situación frente a procesos extremos (turbidez o salinidad) y limitar severamente la capacidad de minimizar su duración y sus efectos».

La comisión científica detecta también serias amenazas en la modernización de los regadíos del arrozal, la construcción de nuevos campos de golf en el entorno fluvial y los resguardos en Bonanza, que «tendrían igualmente efectos negativos y ninguno positivos para el estuario, Doñana y la costa».

En cambio, los perjuicios de la presa de Alcalá de Guadaíra que subrayaba el dictamen científico global no parecen tan claros porque «falta información sobre su nivel de colmatación y la consolidación de fangos y otros sedimentos». Toda intervención futura al respecto «deberá ser analizada» de manera independiente, con el objetivo de evaluar sus consecuencias «sobre la zona alta del estuario», que es la más «humanizada».

A nivel general, la comisión científica insiste en que el río «requiere una intervención rápida y coordinada de las administraciones implicadas en la planificación y gestión» del Guadalquivir, «de modo que se revierta la tendencia actual que lleva al colapso del estuario y a la costa que de él depende, y, por tanto, al Parque Nacional de Doñana, cuyas marismas forman parte del propio estuario».

No obstante, el comité científico admite que el dragado propuesto por el Puerto será viable el futuro, en «una situación diferente». Antes, las administraciones deben poner en marcha esa «gestión integral» del Guadalquivir y emprender «actuaciones que permitan recuperar las llanuras mareales, reconectar los brazos del río con el cauce principal, aumentar y mejorar los aportes de agua dulce, reducir la entrada de sedimentos, nutrientes y pesticidas desde la cuenca y comprobar que el estuario ha mejorado su funcionalidad».

El Puerto tiene más prisa que los expertos ambientalistas y pretende iniciar la profundización del canal de navegación en 2011, con el objetivo de facilitar la entrada a buques de gran calado y rentabilizar cuanto antes la nueva esclusa. Además, esta institución no puede estar conforme con el dictamen científico porque el dragado cuenta con una declaración de impacto ambiental (DIA) positiva desde hace siete años.

«Nos ceñimos a la DIA de 2003, que es la guía de todas las actuaciones que se han llevado a cabo hasta ahora», insistían ayer desde la entidad portuaria, según informó Europa Press. Las mismas fuentes explicaban que esta institución emitió un voto particular en el dictamen de la comisión científica y recordaban que el propio estudio del CSIC admitía el dragado propuesto.