Los robots que imitan a las orugas

Los clásicos movimientos de los robots, rígidos, marcados y bruscos, tienen sus días contados gracias a un grupo de investigadores de la Universidad Tufts, en Massachusetts (EE UU).
Éstos han volcado su atención a los animales terrestres que tienen cuerpo blando en busca de inspiración. Y la han encontrado en nada menos que las orugas, que están dotadas de una gran capacidad para enroscarse y propulsarse alejándose de los predadores, y este movimiento, llamado «balística rodante», está considerado como uno de los más rápidos que se conocen hoy día en la naturaleza.
Para imitar el movimiento de la oruga diseñaron un robot de 10 cm de largo con un cuerpo blando, al que bautizaron GoQBot, hecho de silicona y operado mediante resortes de aleación con memoria de formas. El GoQBot está equipado con cinco emisores de luz infrarroja que permiten el seguimiento de los movimientos con uno de los más avanzados sistemas de rastreo tridimensional.

Rapidez
Los autores descubrieron que para cambiar la conformación de su cuerpo de forma tan rápida las orugas utilizan sus músculos no lineales, en el caso del robot, el movimiento se consigue en menos de 100 milésimas de segundo. Los expertos consideran que esta hazaña podría mejorar varias aplicaciones robóticas como el rescate urbano, la inspección de edificios y el control ambiental.