Los futbolistas dicen basta

No es la primera vez que los futbolistas amenazan con parar, aunque parece que esta vez va en serio. Cuatro campeones del mundo –Casillas, Puyol, Xabi Alonso y Fernando Llorente– ocupaban la parte central de la primera fila, para que el mensaje fuese lo suficientemente contundente. «Rubiales ha hablado en boca de todos y le apoyamos a muerte. Creo que hay que ser solidario con la gente que lo está pasando mal y los números están ahí. Puedo asegurar que no se va a jugar», insistía el capitán del Real Madrid y de la Selección. Puyol, Valerón, Javi Martínez, Cazorla, Diego López ... todos repetían exactamente el discurso de unión e indignación con un problema que, según ellos, no puede continuar.

«Son los que nos representan y es genial que estén aquí dando la cara, porque a mí no me conoce nadie y hasta me da vergüenza», aseguraba uno de los jugadores presentes de los del grupo de los modestos, esos que al salir del hotel nadie iba a reconocer por el Paseo de la Castellana, que no son millonarios y que unas cuentas nóminas impagadas les colocan en un apuro. «Yo ahora estoy al día, aunque lo pasé mal hace tiempo. Todo aquel que lleve más de diez años en esto y no esté en la élite tiene mínimo un par de "pufos". No puede ser», añadía utilizando las palabras del discurso oficial de Luis Rubiales: «La AFE y los futbolistas de Primera y Segunda nos hemos unido, hemos dicho basta ya y hemos tomado la decisión responsable, firme y unánime de convocar una huelga para las dos primeras jornadas. No significa que dejemos de dialogar, lo seguiremos haciendo por el bien de todos, pero la Liga no dará comienzo hasta que se firme un nuevo convenio colectivo».

El sindicato, firme
Quedan ocho días para el comienzo oficial del campeonato y hacía tiempo que la sombra del paro no se veía tan nítida. Las posturas entre la Liga, es decir los clubes, y sus empleados, están muy enfrentadas, con el Fondo de Garantía Salarial como protagonista del desencuentro. La AFE se queja de que a día de hoy 200 de sus asociados están afectados por algún tipo de impago y que la deuda ya alcanza los 50 millones de euros. Están convencidos de que piden algo que es justo y que no es otra cosa que cobrar por hacer su trabajo y que se cumpla lo que dos partes firmaron de forma libre y voluntaria. Tienen claro que la situación de crisis existe y que por eso no exigen una subida de sueldo, ni nada que no sea coherente. «Sólo reclamamos lo justo. Están bien las medidas paliativas, pero queremos medidas preventivas».

La chispa que ha encendido la bomba de la huelga fue la decisión de la Liga de no dar más de 10 millones anuales para el fondo de garantía, una cifra que, según el sindicato de jugadores, no sirve ni para cubrir lo que ya se debe, sin contar las posibles deudas que se acumulen a partir de ahora.

El «chut» que los futbolistas dieron ayer mandó la pelota al área de la LFP, que reaccionó con sorpresa y recordando el gran esfuerzo que ya están haciendo en una situación de crisis mundial. «No entendemos por qué la AFE convoca una huelga, no creo que tenga motivos en este momento. Llevamos más de dos meses trabajando con ellos para configurar un nuevo convenio y hemos aprobado dos cuestiones importantes. Muchas solicitudes de los futbolistas están en la mesa y se avanza, decía Astiazarán, que aseguró un futuro difícil para la negociación, porque los «clubes han aprobado ya unas cifras importantes para el fondo de garantía».

Como sucede con Rubiales, el presidente de la Liga de Fútbol Profesional también dijo estar dispuesto a seguir negociando, algo que permite a Albert Soler ser optimista. El secretario de Estado para el Deporte apeló a la responsabilidad de ambas partes para alcanzar un acuerdo, «aunque sea de mínimos». «Que hagan lo que tienen que hacer. Sólo está en sus manos».


La quinta huelga
MARZO DE 1979
Un año después de nacer la AFE llegó la primera huelga para abolir el derecho de retención y que los jugadores fueran incluidos en la Seguridad Social.
SEPTIEMBRE DE 1981
Duró dos semanas y los futbolistas lograron el pago de todas las deudas y que se anulara la normativa de alinear a jugadores sub'20.
ABRIL DE 1982
Tres jornadas antes de concluir la Liga hubo una nueva movilización. Tuvo un seguimiento escaso, apenas duró 24 horas y en cinco días se alcanzó un acuerdo.
SEPTIEMBRE DE 1984
Hubo dos jornadas de huelga. El día 9 la Liga se disputó con juveniles y una semana más tarde, Magistratura prohibió su alineación. El 18-S acabó el parón. Los jugadores cobraron sus deudas y lograron negociar los derechos de televisión.