Estados Unidos
Reducir el consumo de bebidas azucaradas puede bajar la presión sanguínea
Consumir menos bebidas azucaradas, una de las principales fuentes de azúcar añadida en la dieta de los estadounidenses, puede bajar la presión sanguínea, según una investigación realizada por investigadores de la Universidad Estatal de Louisiana (Estados Unidos) y publicada en «Circulation», la revista de la Asociación Americana del Corazón. Aumentar el consumo de bebidas azucaradas (SSB, siglas en inglés) está asociado a un elevado riesgo de padecer obesidad, síndrome metabólico y diabetes tipo dos, según anteriores investigaciones. Sin embargo, el efecto de estos productos en la presión sanguínea era aún incierto, según el autor principal de este trabajo, Liwei Chen, profesor adjunto de la Universidad Estatal de Louisiana. «Nuestros descubrimientos sugieren que reducir el consumo de bebidas azucaradas y el propio consumo de azúcar puede ser una importante estrategia dietética para reducir la presión sanguínea y después, reducir otras enfermedades relacionadas con la hipertensión», ha explicado este investigador. «Se estima que una reducción de tres milímetros de mercurio (mm Hg) en la presión sanguínea sistólica podría reducir la mortalidad por ataque en un 8 por ciento de sufrir una enfermedad coronaria mortal en un 5 por ciento. Tales reducciones en la presión sanguínea sistólica podrían anticiparse reduciendo el consumo de bebidas azucaradas en una media de dos al día», ha indicado. En este estudio, observaron datos de un total de 810 adultos entre los 25 y los 79 años, con prehipertensión (entre 120 y 80 y entre 139 y 89 mm Hg) y una etapa de hipertensión (entre 140 y 90 y 159 y 99 mm H) que participaron en el estudio PREMIER, un estudio conductual de intervención que duró 18 meses y estuvo centrado en la pérdida de peso, el ejercicio y la dieta saludable para prevenir y controlar la hipertensión. Al inicio del trabajo, los participantes bebían una media de 10,5 onzas líquidas de bebida azucarada a día, lo que equivale a una lata. Al término, el consumo medio se redujo a la mitad y tanto la presión sanguínea sistólica (la presión del corazón al latir) y la presión diastólica (la presión entre latidos) bajó de forma significativa. Tras controlar los factores de riesgo conocidos para la hipertensión, el análisis descubrió que una reducción de una lata de bebida al día está asociado a 1,8 milímetros de mercurio en la presión sistólica y de 1,1en la diastólica en 18 meses. Los investigadores apuntan que esta asociación se debió, en parte, a la pérdida de peso. Sin embargo, incluso después de controlar la pérdida de peso, el cambio en la presión sanguínea fue estadísticamente significativo. Según Chen, los adultos americanos consumen una media de 2,3 latas (28 onzas) de bebidas azucaradas al día. En este trabajo, las bebidas azucaradas fueron definidas como productos endulzados con azúcar o con jarabe de maíz con mucha fructosa, incluyendo en el grupo los refrescos, las bebidas de frutas, la limonada y los refrescos de frutas. Fueron excluidas las bebidas dietéticas.
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