OPINIÓN: Investigar o casinos

La encrucijada del sistema productivo catalán se hace visible estos días.Por un lado, un magnate de los casinos estadounidense quiere instalarse en España, y Cataluña compite para conseguir su implantación aquí, bajo la premisa de que esa inversión creara empleo. No obstante, la solicitud viene acompañada de una exigencia: hay que conformar una zona franca allí donde se instale, con una regulación (más bien una desregulación) específica para su negocio, que permita no respetar normas básicas del derecho laboral español o las leyes antitabaco, por poner dos muy concretas.
Por otro lado, las reducciones en los presupuestos destinados a la inversión científica ya han frenado el flujo que desde hace 10 años atraía investigadores hacia nuestros centros y existe el peligro que se invierta la tendencia y perdamos capacidad y talento investigador.
La realidad afortunadamente es más amplia y hay una graduación de opciones intermedias considerables. Así pues la disyuntiva no está situada exclusivamente entre investigación o casinos, pero lo cierto es que esas noticias representan a la perfección los dos extremos hacia los que podemos acabar dirigiendo nuestro tejido económico y productivo.
La elección hacia un horizonte, o el otro, se hará visible en los esfuerzos y recursos que se destinen y en los resultados que finalmente se obtengan, más que en las palabras que se declaren, y ello dará pistas sobre a qué futuro productivo nos encaminamos, si continuamos avanzando, después del parón que nos impone la crisis, o retrocedemos hacia la casilla de salida.