Catolicismo
Podemos conturbar a Cristo por cardenal Ricard Mª CARLES
Podemos tener nuestro espíritu conturbado como resultado de leyes que están contra el más elemental respeto a la ley natural. Pero hoy me referiré a una mirada, sobre esta situación, que nos viene de lo alto. Leemos en el evangelio: «…Y, dicho esto, Jesús se conturbó en el espíritu y declaró: "Os aseguro ciertamente que uno de vosotros me traicionará"». Siempre me impresiona leer que Cristo se conturbó en el espíritu, tanto, que lo notaron quienes estaban a la mesa. Y no fue por la proximidad de la muerte, que le es bien cercana. Le conturba la falta de respuesta a su amor de uno de sus amigos, Judas, y la posible inutilidad de su muerte para algunos. Judas, en aquel momento, fue la encarnación de quienes rechazarían su amor. Es grandeza del hombre que pueda alegrar el corazón del Padre. Jesús dice en sus parábolas que el Padre reacciona ante las obras de los hombres «con alegría». Pero también podemos conturbar el corazón de Dios con nuestros comportamientos negativos. Lo que nos conturba, por ser efecto de la maldad, no es indiferente en el Cielo. La cruz es la máxima expresión del amor de Dios y del rechazo de Él por parte de los hombres. Cuando no supieron ver a Dios en el rostro de Jesucristo, acabaron matando al hombre. La historia se repite. No ver el rastro de Dios en las personas conduce a dañarlas o destruirlas.
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