Motor

El lujo no tiene por qué ser caro

Quienes busquen una gran berlina, con acabados de alto nivel con suficiente espacio interior, no tienen que gastarse varias decenas de miles de euros para conseguir un coche así.

 
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Deberán fijarse en los modelos de la gama alta de las marcas generalistas, que cada vez producen más automóviles que nada tienen que envidiar a las mejores realizaciones de las marcas más consolidades en el mercado de los coches de lujo. Ante el volante, en su comportamiento o en la comodidad que transmiten a los pasajeros, son casi equivalentes. En lo que no se parecen, en cambio, es en la factura final de pagar que, como le ocurre al Renault Latitude que hoy les mostramos, es mucho menor que la de los vehículos de la misma dimensión que están en la mente de todos. En concreto, su gama de precios se sitúa entre los veinticuatro mil y los cuarenta mil euros, en este último caso en la versión más equipada y con el motor magnífico motor V-6 que desarrolla 240 caballos.a mdo de las fábricas del gigante alemán.

La carrocería del Latitude es mayor que la del Laguna, hasta ahora el coche más grande de Renault. Le supera en casi veinte centímetros, lo que proporciona una gran amplitud a la parte posterior, y los pasajeros notarán un mayor espacio para las piernas y un fácil acceso a las plazas posteriores.

Las líneas de la carrocería son modernas y atractivas con una forma aerodinámica de dos volúmenes y medio que proporciona un gran volumen del maletero, al que se accede muy fácilmente. Sus cerca de cinco metros de longitud, que le colocan en tamaño por encima de otras grandes berlinas, como el Opel Insignia o el Ford Mondeo, hacen que los pasajeros se sientan cómodos, con espacio suficiente tanto en anchura como en la distacia de las piernas a los respaldos de los asientos delanteros.

De todas las versiones que la fima francesa pone a la venta en su modelo más evolucionado, nos gusta especialmente la equipada con el motor V-6 diésel que desarrolla una potencia de 240 caballos. Es cierto que también es la más costosa, pero sin duda, su comportamiento dinámico, su nivel de terminación y los elementos complementarios para ayudas a la conducción y la comodidad compensan el esfuerzo.

Pero si no quierre llegar a tanto, hay otras versiones menos ambiciosas y que ven reducir su factura. Renault tiene disponibles un motor gasolina 2,0 de 16 válvulas que ofrece 140 cv. y tres diésel distintos. Los dos primeros mantienen el bloque de dos litros de cilindrada, con potencias de 150 ó 173 caballos en función de la electrónica, o el mencionado V-6, el más potente de todos.

Renault, con el Latitude, vuelve a un mercado en el que hace años no triunfó con el original Vel Satis, pero en el que una marca del prestigio de ésta no debe nunca faltar a la cita de los clientes más exclusivos pero que, al volante, prefieren huir de la ostentación, pero sin renunciar a un producto de vanguardia.