Italia

Por qué somos tan buenos

«Una muy buena noticia para el juego». Así, tan concreta y directamente, resumía ayer César Luis Menotti la actuación de España en el Mundial. La nueva campeona ocupa el lugar que los últimos cuatro años le ha correspondido a Italia, aunque las sensaciones que dejaron uno y otro éxito son incomparables.

La Razón
La RazónLa Razón

Los transalpinos levantaron la Copa en Alemania en medio de un montón de debates futbolísticos sobre su manera de jugar y de ir en busca de la victoria. Su camino hacia el éxito fue gris, como lo era el de Grecia en la Eurocopa de Portugal. Triunfos cuestionables en la forma que refuerzan a aquellos que creen que lo primero es ganar y la mejor manera de hacerlo no es jugar bonito.En el lado opuesto de la discusión aparece la brillante selección española, nueva campeona del Mundo, a la que no sólo no se discute su manera de jugar sino que se la llena de elogios. Todo el planeta, incluidos los rivales, se han rendido a la puesta en escena de «La Roja», que se acerca al «menottismo» sin que los «bilardistas» puedan poner en duda la propuesta por la falta de resultados. España une la belleza con el rendimiento o lo que es mejor, llena la sala de trofeos con el exquisito trato de la pelota y el talento como herramientas. Con el autobús de los campeones todavía recorriendo las calles de Madrid, algunos se preguntaban por qué España es tan buena. La respuesta tiene varias partes que se unen para formar un equipo campeón que pone a todos de acuerdo. El talento individual es imprescindible. Guardiola siempre dice que su éxito procede de lo buenos que son sus futbolistas y a Del Bosque le pasa lo mismo. Los bajitos de «La Roja» tienen el fútbol en la cabeza y lo interpretan con una precisión que asusta. Con el juego al primer toque el balón vuela y el rival sólo puede mirar. Este «tiqui-taca» es paciencia en el centro y contundencia en las áreas. España ha dominado las estadísticas ofensivas (aunque no ha marcado muchos goles), tanto como las defensivas (ha recibido dos). Pero los números no bastan para explicar cómo juega la selección, capaz de ganar por goleada marcando sólo una vez.