Tàpies Brossa y Cirlot el espíritu de Dau al Set

Barcelona- La casualidad ha hecho que coincidan en Barcelona tres exposiciones que de alguna manera recuperan el espíritu y las circunstancias de Dau al Set, aquel movimiento artístico que surgió en la Cataluña de la posguerra. Dos de los creadores plásticos de ese grupo resurgen ahora dos nombres propios. Por un lado, la galería Toni Tàpies expone la obra más reciente de Antoni Tàpies, mientras que la galería Miguel Marcos recupera la poesía visual de Joan Brossa. A estas muestras se le suma la aproximación que Arts Santa Mònica dedica a Juan Eduardo Cirlot, a quien algunos señalan como uno de los ideólogos de Dau al Set.
La exposición de Tàpies recoge pinturas y dibujos realizados a lo largo de los últimos años, destacando un conjunto de piezas realizadas durante el último verano. Tàpies se descubre con la honestidad de siempre, demostrando que sigue siendo fiel a sus temas y a su particular universo en el que brilla especialmente su interés por el hombre. El pintor incorpora su simbología en una serie de telas y maderas de grandes dimensiones.

Desde Campins
Pese a su avanzada edad, Tàpies ha sacado fuerzas para trabajar en su taller de Campins, en el Montseny, y enfrentarse al reto del lienzo blanco. Flechas, cruces y elementos de la anatomía humana se adueñan de las composiciones. Incluso Tàpies se atreve ir un poco más allá y convierte su nombre y el de su mujer Teresa en excusa plástica, como lo demuestra la tela «Creus i ics». Tampoco oculta su interés por el dibujo, de manera que permite que la figuración surja con fuerza. Este hecho es evidente en los cuadros «Escrit sobre el cos» y «Triangle i fulles».

La exposición en la Toni Tàpies no será la última que pueda verse en los próximos meses en Barcelona. En la actualidad, la Galería Manuel Barbié prepara un recorrido con obra inédita centrado en los años de Tàpies en el grupo Dau al Set.

El grupo Dau al Set, cuyo nombre dio origen a una revista, contaba con una serie de creadores plásticos de primer nivel. Junto a Tàpies, estuvieron los pintores Joan Ponç (director de la revista), Modest Cuixart y Joan-Josep Tharrats (editor e impresor de la misma), además del poeta y artista Joan Brossa y el filósofo Arnau Puig. Al poco tiempo de la creación del grupo se les unió el escritor Juan Eduardo Cirlot.

Hay quien dice que algunas de las mejores propuestas de Dau al Set surgieron de Brossa. La poesía visual de este autor ocupa desde ayer las salas de la Galería Miguel Marcos de Barcelona. Bajo el título «Em va fer Joan Brossa» –tomado de uno de los más celebrados poemarios del autor– se recogen varias instalaciones con la espectacular inteligencia e ironía del autor. Entre las piezas destacan composiciones conocidas como «David», con un sillón partido por la mitad ,o «Espía», con un par de zapatos a los que se les han añadido unos inquietantes ojos. Pero en la galería también pueden conocerse poemas visuales inéditos hasta la fecha de Brossa, como «Ex - vot en record d'un malefici».

La exposición en la galería barcelonesa es, por ahora, la única oportunidad que se tiene de poder ver obras del polifacético poeta desde que cerrara sus puertas la fundación que llevaba su nombre. Tras el fallecimiento de Pepa Llopis, la que fuera compañera de Brossa y responsable de la fundación, parece que el fondo reunido por el artista tendrá un nuevo destino. El Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona (Macba) ultima los detalles para acoger ese legado en su archivo, aunque todavía no se sabe en qué fecha se concretará el acuerdo. Junto con los numerosos manuscritos y la biblioteca personal de Brossa, el archivo también contiene la correspondencia mantenida con Tàpies, Miró o Ponç.

Otro de los escritores de Dau al Set fue Cirlot y a él se le dedica una exposición en Arts Santa Mònica, tomando como punto de partida punto de partida su poema «Momento», escrito en mayo de 1971. La muestra se organiza en tres ámbitos. En el primero se encuentra la espada del Condestable de Portugal, que Cirlot consideraba «una de las más bellas del mundo», y un autómata del Tibidabo. En otro espacio se repasa su pasión por Egipto, Cartago, Roma o África y se conectan con la arquitectura de Gaudí. La última de las salas se ha llenado con las mujeres imaginarias que fascinaron al autor de «Bronwyn».

El autor del Mnac
Buena parte de los documentos de Juan Eduardo Cirlot en la exposición forman parte del legado depositado hoy en el Mnac.