Barcelona
Candela Serrat : «Prefiero decir burradas a mentir»
Con firma propia. Profesión: actriz.. Nació: en 1986, en Barcelona. Por qué está aquí: protagoniza en el teatro Galileo (Madrid) la obra «La alegría de vivir», de Noel Coward, dirigida por Francisco Vidal.
–«La alegría de vivir». Un título que ni pintado en tiempos de crisis...
–Ahora más que nunca necesitamos de la alegría para liberarnos de la hipocondría y del fatalismo. Si nos repetimos todo el tiempo que estamos mal, estaremos peor. Yo me repito: estamos bien. Es mi mantra.
–¿Y cuál es la alegría de su vida?
–Mi perro, que es quien más contento se pone cuando llego a casa.
–Forma parte del trío protagonista de la comedia: interpreta a Gilda, que ayuda a los otros dos a ser sinceros, a tener los pies en la tierra...
–Sí, intento que el éxito no se les suba a la cabeza. Son artistas.
–¿Sabe qué hay que hacer para que el éxito no se suba a la cabeza?
–Tengo el ejemplo en casa. Creo que hay que limitarse a hacer tu trabajo lo mejor que puedas. Y no creerse nada.
–¿Tiene los pies en la Tierra o preferiría tenerlos en la Luna?
–Los tengo en la Tierra, me gusta ir descalza por el barro, por todas partes.
–¿Es sincera hasta cuando miente?
–Sí, ja, ja, ja. Cuando miento soy muy sincera. La verdad: prefiero decir burradas a mentir.
–Asegura que es alocada, bohemia y...
–Apasionada del cine negro y de los pequeños clubes de jazz. Sé cocinar y hacer muebles. Bueno, compro en Ikea y los monto.
–Dice que no es sólo la hija de Joan Manuel Serrat. Pero serlo le ha ayudado, ¿no?
–Me ha abierto puertas, sí, pero también me las ha cerrado. Hay mucha gente con prejuicios.
–¿Pensó en algún momento en buscarse un alias para que los periodistas no le diésemos la lata con lo de su padre?
–Nunca. Estudié teatro en Londres y allí nadie me relacionaba con Serrat.
–Le tiene miedo a la fama, dice.
–No, me inspira prevención. Miedo sólo hay que tenerle a robar y a la muerte. Y a ser posible, ni a eso.
–¿Un padre famoso puede ser un peso insoportable?
–No en mi caso, porque la fama de mi padre sólo se debe a su trabajo.
–¿Qué le indigna de sí misma?
–Sentir miedo a ciertas cosas. No tener un par de ovarios a veces.
–Su padre le ha dicho siempre: «Candela, tienes que ser discreta». ¿Lo es?
–Estoy en ello. Tengo que saber parar, contar hasta diez, recordar que por la boca muere el
pez.
–Sobre todo cuando se está pez...
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