El consejero Cruz recurrirá el archivo de la causa de su agresión

MURCIA- El consejero de Cultura y Turismo, Pedro Alberto Cruz, se mostró ayer en desacuerdo con el archivo de la causa de la agresión que sufrió hace ahora un año junto a su domicilio en Murcia, por lo que anunció que, «aunque el esfuerzo de la policía ha sido máximo», recurrirá esa decisión judicial «por mi propia tranquilidad y porque no se debe consentir la impunidad».

Cruz, que hizo estas declaraciones tras la entrevista que mantuvo ayer con la secretaria de Estado de Turismo, Isabel María Borrego, y el presidente de la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia, Ramón Luis Valcárcel, señaló que, dentro del proceso de investigación «quedan todavía zonas y vacíos por transitar», y que no se va a conformar con el archivo de la causa.

Asimismo, explicó que «por mis intereses personales, necesito que quien realizó esa agresión acabe pagando por lo que hizo», al tiempo que añadió que por una cuestión de tipo social «el sistema necesita unos mínimos de funcionamiento y que quien comete un delito lo acabe pagando».

Respecto a los contactos que mantuvo con la policía durante este año que ha transcurrido desde su agresión, el consejero murciano precisó que «han sido muy puntuales y sobre todo en relación con las denuncias que he realizado por insultos y agresiones verbales que he sufrido en la calle y que creía que se enmarcaban en el contexto de mi agresión».

Sin embargo, concretó finalmente que «no me han informado, ni tienen porqué hacerlo, de las vicisitudes y cada uno de los detalles de la investigación», aunque reiteró que «confío totalmente en ellos». Y es que, el consejero de Cultura y Turismo fue agredido hace ahora un año, el 15 enero de 2011, en la tarde de ese sábado por tres personas que, tras increparle a la salida de su casa, le golpearon en la cara con un puño americano, hiriéndole en la mandíbula y en un ojo.
La agresión se produjo, alrededor de las 19.00 horas, en la céntrica plaza Cánovas del Castillo de la capital murciana, cuando el consejero Cruz abandonaba su domicilio. Los agresores le gritaron «consejero, consejero, sobrinísimo hijo de puta», tras lo cual le golpearon en la cara con un puño de hierro.