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La tragedia definitiva

El Atlético de Madrid sufrió el enésimo fracaso de la temporada, quizá el más humillante en esta campaña, en la que se quedó fuera de la Copa del Rey contra el Albacete, un Segunda División B que venció 0-1 en el Vicente Calderón, en la despedida de Gregorio Manzano como técnico del equipo rojiblanco

El delantero del Atlético de Madrid Adrián López se lamenta durante el partido
El delantero del Atlético de Madrid Adrián López se lamenta durante el partidolarazon

Madrid- De lo único que está seguro el Atlético a estas alturas es de que su lugar natural es la tragedia. Acomodado en el desastre permanente, ni siquiera sorprende la derrota de ayer ante el Albacete y la eliminación de la Copa. Estaba todo previsto. El Calderón llegaba al partido con tres palabras en el estómago que no tardó en gritar. Marcó el Albacete con el partido recién comenzado y los espectadores tomando asiento. Y el «Manzano, vete ya» se escapaba de las gargantas rojiblancas.

El gol de Víctor Curto podía ser sólo una casualidad, un mal despertar. Pero era algo más que un momento tonto en el amanecer del partido. Era una muestra de la descomposición del Atlético, que se hunde a cada paso en lo peor de su historia. Marcó el Albacete y quedaba un partido entero para dar la vuelta a una eliminatoria que nació torcida para el Atlético. Tan torcida como la temporada. A los rojiblancos les entraron las prisas y comenzaron a jugar desde el minuto 1 como si estuvieran en la prolongación del segundo tiempo.

Manzano había vuelto a probar. Los dos mediocentros habituales se convirtieron en tres, las bandas eran de los laterales, pero Falcao seguía sin encontrar la portería. Si el colombiano hubiera aprovechado alguna de sus ocasiones en los últimos encuentros, el Atlético podría mirar a 2012 de otra manera. Pero no lo ha hecho. Y el equipo rojiblanco camina hacia la derrota definitiva que devorará al club, a sus propietarios o a todos.

El Atlético hizo todo lo que se le ocurrió para ganar la eliminatoria. Dominó la pelota y se quedó a vivir en el campo del Albacete, pero se levantaba un muro al llegar al área. Ni Diego, uno de los mejores futbolistas que ha pasado por el Atlético en los últimos años, es capaz de dar la vuelta a esa sensación que envuelve al club de que todo lo que puede terminar en desgracia, acabará en desgracia. El brasileño lo intentaba, pero no había manera. Diego se marchó en el descanso. Desentonaba en el equipo, pero además estaba lesionado. Y Manzano ya no sabía cómo arreglar un grupo que hace tiempo que no es suyo. Reyes no estaba en el banquillo y las alternativas eran escasas.

La afición del Albacete disfrutaba con humor de su victoria. Respondía a los gritos del Calderón de «Ole, ole, ole, Cholo Simeone» con voces de «Manzano, quédate». Es lo que tiene el Calderón, capaz de conseguir que un equipo de Segunda B se burle de otro que hace sólo año y medio ganaba dos títulos en Europa.

El Albacete era superior en las gradas y en el campo. El peligro que no llevaban los delanteros rojiblancos a la portería del Albacete lo tenían los avances de Calle hacia el área de Asenjo. No marcó. Por vergüenza o por educación del capitán del Albacete, el Atlético seguía alimentando la posibilidad de estar en la siguiente ronda de la Copa.

El estadio se desesperaba. «Gil, cabrón, fuera del Calderón», volvían a gritar. Como el domingo. Como siempre. Y mientras los jugadores del Albacete celebraban el triunfo con su afición, el Atlético se hundía un poco más.

 

Simeone: «Ojalá me llamen»
«Si me viene a buscar el Atlético, cuál es el problema», se preguntaba ayer Simeone en el canal de televisión argentino Fox Sport. «Es una alegría que se me nombre para el Atlético de Madrid. Desde que me fui de allí en 2004 y desde que soy entrenador en 2006 se habla de mi regreso al Atlético. Ojalá que pase», comentó el técnico argentino. «Ya me fui de Racing Club y no tengo que dar explicaciones a nadie», añadió. E insistió en que no tiene ningún precontrato firmado con el Atlético. Hoy se hará oficial el despido de Manzano y la llegada de Simeone, que implica también la salida de Caminero como director deportivo. Simeone, un ídolo para la afición rojiblanca, ya sabe que tiene el apoyo de la grada. El grito de «Ole, ole, ole, Cholo Simeone» volvió a escucharse ayer como en sus tiempos de jugador. Otro ex futbolista del Atlético, Germán Burgos, será su ayudante, como ya lo fue en el Catania. El «Mono» fue el símbolo del Atlético en la campaña del regreso a Primera. Salía de una alcantarilla y ahora regresa para intentar que el Atlético no vuelva allí.

- Ficha técnica:
0 - Atlético de Madrid: Asenjo; Juanfran, Miranda, Godín, Filipe; Gabi (Salvio, m. 64), Assuncao, Koke; Diego; Adrián y Falcao.
1 - Albacete: Campos; Alba, Joan Castillo, Santa María, Zurdo; Tete (Añón, m. 67), Rocha, Candela (Sumy, m. 75), Adria; Víctor Curto (David, m. 82) y Calle.
Goles: 0-1, m. 1: Víctor Curto, desde la frontal del área.
Árbitro: Álvarez Izquierdo (C. Catalán). Amonestó a los locales Gabi (m. 24), Filipe Luis (m. 60) y Paulo Assuncao (m. 88) y a los visitantes Zurdo (m. 24), Joan Castillo (m. 40) y Campos (m. 56).
Incidencias: partido de vuelta de los dieciseisavos de final de la Copa del Rey, disputado en el estadio Vicente Calderón ante unos 15.000 espectadores, con presencia de unos 2.500 aficionados del Albacete.