El agua embotellada no siempre es mejor que la del grifo

La calidad del agua potable tampoco es proporcional a su precio, engrosado por procesos de producción como el embotellado, el transporte y el marketing, añade el informe.

El OSE añade, en un comunicado a propósito del Día Mundial del Agua, que la elevada demanda de agua embotellada supone "una amenaza"para la sostenibilidad.

El transporte del agua embotellada a largas distancias implica la quema de combustibles fósiles e incrementa de forma notable las emisiones de dióxido de carbono y la generación de envases innecesarios, sostienen.

La producción española de aguas envasadas durante la última década (1996-2008) experimentó un crecimiento de casi el 80%, produciéndose un total de 5.562 millones de litros del líquido elemento.

España se ha convertido así en el cuarto país de la Unión Europea en términos de producción de agua mineral, sólo por detrás de Alemania, Italia y Francia, y el tercero en consumo, tras Italia y Alemania.

En su estudio sobre el grado de conformidad con la Directiva 91/271/CEE, relativa al tratamiento de las aguas residenciales urbanas, el Observatorio alerta sobre el deterioro de la calidad del agua, un problema que considera "persistente en España".

Este problema está originado por los vertidos procedentes de las aglomeraciones urbanas y el aumento de los usos consuntivos, que son aquellos que consumen o extraen el agua de su fuente de origen.

Estos factores hacen, en opinión del OSE, que la capacidad de autodepuración de los cursos de agua sea insuficiente y hace falta limpiar las aguas residuales antes de su vertido.

Los últimos datos indican que aunque la ejecución del Plan Nacional de Saneamiento y Depuración de Aguas Residuales 1995-2005 ha supuesto un notable avance en materia de depuración de aguas, ha sido "insuficiente"para cumplir los objetivos fijados por la normativa comunitaria.